In the last few days I’ve seen several bloggers mention that receiving bad advice can severely harm your writing. And we don’t mean here “negative feedback”, which should always be part of any feedback and help you improve your text. We’re talking about advice that is wrong and misleading.
Well that’s what I’ve been finding lately in the blog Advanced Fiction Writing. Their shameful article on how to write characters of the opposite gender lit my suspicion. So I checked back. A very specific question on POV received a boring digression on the different kind of narrators available to writers. Another question on whether to call characters by their first or last name received the good advice that writers should stick to one name, then gave a bad example of multi-named Voldemort. And so it goes.
This is not “Advanced” writing of any kind. This is the most simplistic adivising I’ve ever seen outside of Facebook. Stay away from bad advice! That’s my advice ;-)
En Internet hay páginas que proporcionan una información errónea a los internautas. Y es que cualquiera puede crear una página web sobre cualquier tema (história, literatura, geografía, política…) y colgar una información equivocada, ya sea adrede o por desconocimiento. La cuestión de los nombres y apellidos de los personajes, que tratan en ese blog del que Alex habla, me ha hecho recordar algunas novelas en las que no aparece ni un solo nombre propio. Un ejemplo de esto es “El oficinista” de Saccomanno, donde los personajes son: el jefe, el oficinista, la secretaria, el compañero, la mujer del jefe… Y… Leer más »
Saramago ya está quemando en mi lista de “pendientes”…
Y sí, en internet hay que comprobarlo todo dos veces. La mayor enciclopedia del mundo es hoy la Wikipedia, pero está hecha por usuarios, y así claro, a veces mete cada gambazo…
¿A qué te refieres cuando dices que está quemado? ¿Quizás a que Saramago lleva mucho tiempo en esa lista, pero aún no te has decidido a leerlo? Qué rabia me da cuando un escritor fallece y comienzan a meternos su obra por las narices en todas las librerías. Con Delibes sucedió lo mismo. Sus libros estaban escondidos en las estanterías y al poco de fallecer, ocupaban los mejores puestos y escaparates de los establecimientos. Me parece de catetos! Como si por el mero hecho de fallecer estos escritores, su obra cobrara valía. Saramago y Delibes merecían ser leídos en vida… Leer más »
No “quemado” sino “quemando”, como una picadura que intentas ignorar pero llega un momento en que ya no puedes evitarlo y tienes que rascarte. Los de los muertos es cuestión de mercado. Los clientes son olvidadizos. Yo llevo mucho tiempo detrás de leer a Saramago, pero gracias a su muerte ha salido mucho en prensa, y eso me lo ha recordado a menudo, eclipsando quizá a otros de la lista de espera que no tengo tan presentes. Y como a mí, a todo el mundo. Y con ganas de leer, vamos a la tienda y compramos. O pasamos por ella… Leer más »
Es verdad, “quemando”. Debo visitar al oculista!
También se puede entender como una especie de homenaje a estos grandes autores fallecidos.
A ver cuando dejan de de recordarme en todas las librerías que entro a Paulo Cohelo! ¿Tendrá este autor la formula matemática para vender libros y ser un eterno escritor de Best Sellers? Podríamos pedírsela… Aunque si el precio a pagar es volverme tan plasta como él, me quedo como estoy.
No soporto a los profetas. Me arrastraron con entusiasmo a una conferencia de Jodorowsky, a quien yo no conocía. ¡Menudo fantasma!