Como bien dices, para qué hacer descripciones confusas y “en negativo”, cuando se pueden hacer claras y “en positivo”. Mientras te leía, intentaba recordar algún fragmento de novela o cuento donde figuraran descripciones de ese tipo, pero no lo recuerdo. Hace poco, leí algo sobre la caracterización de personajes en un manual de narrativa. El autor señala que al describir se debe evitar todo aquello que no sea decisivo para la novela, y que hay que conceder al lector la posibilidad y el derecho a imaginar. Si dices que un personaje es tímido, es porque ese rasgo característico de él… Leer más »
Si no recuerdas ejemplos es porque los buenos escritores tienden a evitarlo. Pero sí que se escapa algo a veces. Ya comentamos en el foro del Ejercicio 1 un fragmento de Rosa Montero del que me quedo con un extracto “Generalmente la Casa de los Grandes le parecía un lugar hermoso, con sus paredes blancas, sus suelos de colores brillantes, sus patios llenos de frutales y flores. Pero hoy se le antojaba insoportablemente desolado.” Personalmente, yo no veo la desolación por ninguna parte. La autora no me ha dado nada que imaginar. Mi mente está en blanco, o peor aún,… Leer más »
JorgeA
15 años atrás
Me prendo. También uno puede imaginar igual un ambiente, incluso cuando se lo describe con precisión. A mí Joyce me moviliza mucho la imaginación con sus descripciones minuciosas tan agradables. Ejemplo desde Día de la independencia en la sede delpartido: El viejo Jack rastreó las brasas con un pedazo de cartón, las juntó y luego las esparció concienzudamente sobre el domo de carbones. Cuando el dombo estuvo bien cubierto su cara quedó en la oscuridad, pero al ponerse a abanicar el fuego una vez más, su sombra ascendió por la pared opuesta y su cara volvió a salir lentamente a… Leer más »
Muy visual la descripción de Joyce: un hombre, en sombras, y sólo cuando la luz del fuego ilumina su rostro, se nos describe este. Después, el personaje se dirige a un tal Mr O’Connor, al cual el narrador nos presenta a continuación. En ambos casos, descripciones inmediatas (aún no hemos tenido tiempo de formarnos una idea del personaje – no comete el error de Grisham) y breves, al grano, sin interrumpir el hilo de la escena.
Como bien dices, para qué hacer descripciones confusas y “en negativo”, cuando se pueden hacer claras y “en positivo”. Mientras te leía, intentaba recordar algún fragmento de novela o cuento donde figuraran descripciones de ese tipo, pero no lo recuerdo. Hace poco, leí algo sobre la caracterización de personajes en un manual de narrativa. El autor señala que al describir se debe evitar todo aquello que no sea decisivo para la novela, y que hay que conceder al lector la posibilidad y el derecho a imaginar. Si dices que un personaje es tímido, es porque ese rasgo característico de él… Leer más »
Si no recuerdas ejemplos es porque los buenos escritores tienden a evitarlo. Pero sí que se escapa algo a veces. Ya comentamos en el foro del Ejercicio 1 un fragmento de Rosa Montero del que me quedo con un extracto “Generalmente la Casa de los Grandes le parecía un lugar hermoso, con sus paredes blancas, sus suelos de colores brillantes, sus patios llenos de frutales y flores. Pero hoy se le antojaba insoportablemente desolado.” Personalmente, yo no veo la desolación por ninguna parte. La autora no me ha dado nada que imaginar. Mi mente está en blanco, o peor aún,… Leer más »
Me prendo. También uno puede imaginar igual un ambiente, incluso cuando se lo describe con precisión. A mí Joyce me moviliza mucho la imaginación con sus descripciones minuciosas tan agradables. Ejemplo desde Día de la independencia en la sede delpartido: El viejo Jack rastreó las brasas con un pedazo de cartón, las juntó y luego las esparció concienzudamente sobre el domo de carbones. Cuando el dombo estuvo bien cubierto su cara quedó en la oscuridad, pero al ponerse a abanicar el fuego una vez más, su sombra ascendió por la pared opuesta y su cara volvió a salir lentamente a… Leer más »
Muy visual la descripción de Joyce: un hombre, en sombras, y sólo cuando la luz del fuego ilumina su rostro, se nos describe este. Después, el personaje se dirige a un tal Mr O’Connor, al cual el narrador nos presenta a continuación. En ambos casos, descripciones inmediatas (aún no hemos tenido tiempo de formarnos una idea del personaje – no comete el error de Grisham) y breves, al grano, sin interrumpir el hilo de la escena.