Hace unos años impartí un taller presencial donde cada semana intentaba llevar los decálogos de la literatura escritos por distintos autores. Sí, parece un vicio de entrevistador eso de pedir a los literatos que redacten 10 consejos para nuevos autores, y de alguna forma esas colecciones de mandamientos te dan distintas visiones de la creación artística que te van ampliando el horizonte.
En este artículo del diario The Guardian me he encontrado una colección de estos decálogos, que os invito a curiosear. Y he disfrutado en particular con el de una autora llamada Anne Enright (en la foto), por la dosis de sabia ironía que contienen sus palabras.
- Los primeros 12 años son los peores.
- Para escribir un libro, lo mejor es escribir un libro. Un bolígrafo ayuda, teclear también sirve. No pares de poner palabras sobre papel.
- Sólo los malos escritores creen que su obra es buena.
- Las descripciones son difíciles. Recuerda que una descripción es una opinión sobre el mundo. Posiciónate.
- Escribe como quieras. La ficción está compuesta por palabras sobre un papel, la realidad se compone de otra cosa. No importa lo «real» que sea tu historia, o lo «inventada». Lo que importa es que sea necesaria.
- Intenta ser preciso con… las cosas.
- Imagina que vas a morir. Si tuvieras una enfermedad terminal, ¿acabarías ese libro? ¿Por qué no? Esa razón que disgusta a tu yo al que le quedan tres meses de vida es lo que falla en tu libro. Así que cámbialo. Deja de discutir contigo mismo. Cámbialo. ¿Lo ves? Es fácil. Y no ha tenido que morirse nadie.
- Todo eso también lo puedes hacer con whisky.
- Divértete.
- Recuerda: si te sientas a una mesa durante 15 o 20 años todos los días (sin contar fines de semana), eso te cambia. Te cambia y punto. Puede que no te mejor eel humor, pero te arreglará otra cosa. Te hará más libre.
PD. Si queréis conocer las razones de mi reciente silencio, las tenéis aquí.