10 reglas

Anne EnrightHace unos años impartí un taller presencial donde cada semana intentaba llevar los decálogos de la literatura escritos por distintos autores. Sí, parece un vicio de entrevistador eso de pedir a los literatos que redacten 10 consejos para nuevos autores, y de alguna forma esas colecciones de mandamientos te dan distintas visiones de la creación artística que te van ampliando el horizonte.

En este artículo del diario The Guardian me he encontrado una colección de estos decálogos, que os invito a curiosear. Y he disfrutado en particular con el de una autora llamada Anne Enright (en la foto), por la dosis de sabia ironía que contienen sus palabras.

  1. Los primeros 12 años son los peores.
  2. Para escribir un libro, lo mejor es escribir un libro. Un bolígrafo ayuda, teclear también sirve. No pares de poner palabras sobre papel.
  3. Sólo los malos escritores creen que su obra es buena.
  4. Las descripciones son difíciles. Recuerda que una descripción es una opinión sobre el mundo. Posiciónate.
  5. Escribe como quieras. La ficción está compuesta por palabras sobre un papel, la realidad se compone de otra cosa. No importa lo «real» que sea tu historia, o lo «inventada». Lo que importa es que sea necesaria.
  6. Intenta ser preciso con… las cosas.
  7. Imagina que vas a morir. Si tuvieras una enfermedad terminal, ¿acabarías ese libro? ¿Por qué no? Esa razón que disgusta a tu yo al que le quedan tres meses de vida es lo que falla en tu libro. Así que cámbialo. Deja de discutir contigo mismo. Cámbialo. ¿Lo ves? Es fácil. Y no ha tenido que morirse nadie.
  8. Todo eso también lo puedes hacer con whisky.
  9. Divértete.
  10. Recuerda: si te sientas a una mesa durante 15 o 20 años todos los días (sin contar fines de semana), eso te cambia. Te cambia y punto. Puede que no te mejor eel humor, pero te arreglará otra cosa. Te hará más libre.

PD. Si queréis conocer las razones de mi reciente silencio, las tenéis aquí.

Por dónde empezar

No Es Tan FacilYa he hablado alguna vez de ScriptShadow, una web que comenta guiones de actualidad en Hollywood, en la mayoría de los casos pendientes de producción, invitando a los guionistas a que aprendan el oficio a través también de los errores y aciertos de los demás. Esta semana el gurú del guión John August la buscaba el lado negativo al asunto, no sólo con uno sino con dos artículos en su blog referidos a las consecuencias negativas que ScriptShadow está teniendo en el tráfico de guiones en Hollywood, pero polémicas aparte, yo sigo aprendiendo de los comentarios de Carson Reeves, especialmente de esa conclusión que agrega a cada crítica bajo el epígrafe «What I learned».

Por ejemplo el lunes analizaba el guión de It’s Complicated («No Es Tan Fácil»), la nueva película de Meryl Streep y Alec Baldwin, y la moraleja de ese análisis casa muy bien con los contenidos de la nueva sesión del podcast, ya disponible, dedicada a la página en blanco.

La historia es la siguiente: Matrimonio de mediana edad se divorcia. Él se va con una más joven y se vuelve a casar. Con el tiempo, ese matrimonio también flojea: no tienen nada en común y ya ni siquiera se acuestan juntos. Diez años después, la ex-pareja se reencuentra en la graduación de su hijo y recuerdan viejos tiempos. Beben y acaban juntos en la cama. De repente, la «señora» se ha convertido en «la otra», «la amante», «la querida«.

Esa es la premisa. ¿Por dónde empezamos a contarla?

Un escritor principiante se aseguraría de presentar las situaciones y los personajes desde el momento en que la pareja está casada, se divorcia, luego pasan los años (quizá con una elipsis, quizá con un montaje de imágenes a modo de resumen), etc.

La guionista, Nancy Meyers, que tiene más experiencia que nosotros en estos menesteres (Jumpin’ Jack Flash, El Padre de la Novia…) va al grano y empieza la historia diez años después del divorcio. La historia pasada de estos personajes se alude de forma rápida y eficaz en diálogos, y así todo se centra en esta historia presente que es la que hemos venido a ver.

La moraleja es la siguiente: pregúntate si has comenzado tu historia lo suficientemente tarde.

Guiones de Oscar…

… o eso les gustaría a ellos.

Como estamos ya en pre-campaña de Oscars, los grandes estudios andan promocionando los que consideran sus mejores películas para cada categoría, y tenemos la suerte de que en RopeOfSilicon han hecho una estupenda colección de los guiones que más se están moviendo para lograr una candidatura, y son casi dos docenas.

Para quienes tenemos inquietud por la escritura cinematográfica, no hay mejor aprendizaje que leer guiones, lo que además es bastante rápido porque suele llevar algo menos que ver la peli correspndiente, con lo que en hora y poco te habrás metido entre pecho y espalda alguna que otra lección. Esta batería de textos sin duda debería contener unas cuantas.

Plot

PlotAprovechando una gripe he acabado un libro de la serie Elements of Fiction Writing que llevaba ya tiempo dando vueltas por mi mesilla de noche: Plot, de Ansen Dibell. Las razones del retraso se han hecho evidentes conforme avanzaba hacia los capítulos finales: aunque la introducción al concepto de trama es magistral, la autora demuestra no tener demasiado que añadir conforme avanza el volumen.

Lógicamente la trama depende en gran medida de la historia que uno esté contando, por lo que desarrollar un volumen completo que trate sobre sus aspectos teóricos no es tarea fácil. El resultado es una colección de vaguedades y consejos genéricos que sólo servirán de ayuda a quienes estén leyendo sus primeros textos sobre creación literaria. A los demás, el contenido les sonará o bien a ya sabido, o bien a demasiado poco concreto.

Como he dicho, hay que volver a los primeros capítulos para encontrar apuntes de interés. Dibell define trama como «aquello que los personajes hacen, sienten, piensan o dicen y que marca los acontecimientos posteriores». O en otras palabras, es toda aquella «causa que tiene efectos significativos».

Si domináis el inglés y tenéis la oportunidad de echarle un vistazo al libro, encontraréis puntos de interés. Pero no le pidáis demasiado.

Barbara Cartland

Barbara CartlandLlevo una semana muy aburrida pero esta señora y la Wikipedia me han alegrado la mañana. Comprenderéis que no voy a hablar de una de las escritoras más famosas de novela rosa por amor a su arte, sino como ejemplo de los sinsentidos del mundo, también del literario.

Yo pensaba que Stephen King era prolífico, hasta que he visto la lista de 664 novelas publicadas por Barbara Cartland, según las cuentas hechas por su hijo. Alguna se le ha debido escapar, porque sus editores le atribuyen más de 720. Si miráis la lista, veréis que los títulos son divertidísimos, con palabras como Ángel, Beso o Princesa repitiéndose una docena de veces, aunque la estrella, por supuesto, es otra: casi cien títulos comienzan por Love, palabra que aparece en total en 276 de ellos, más de un 40%. Leo que hubo un tiempo en que ella misma se jactaba de ser la única autora que acababa una novela cada 14 días, y se me ocurre pensar si no debería estar escribiendo esta entrada en algún blog sobre escritura no creativa.

Con los años, debió sentirse culpable del coste ecológico de  su carrera y solicitó como última voluntad ser enterrada en un ataúd de cartón. Falleció en mayo de 2.000 a los 98 años, y vio cumplido ese último deseo.

Todo esto es muy divertido, pero la ironía del asunto es que sus novelas nunca dejaron de hacer dinero, llegando a convertirse en algún momento en la escritora más vendida del mundo según el Libro Guinness de los Récords, o la tercera según la Wikipedia, detrás tan sólo de William Shakespeare y Agatha Christie, y muy por delante de las otras dos grandes del género, Danielle Steel y Corín Tellado, a pesar de que a esta última se le atribuyan más de 4.000 títulos. ¡Vivir para ver!

Os dejo, a los angloparlantes al menos, con una colección de sketches con los que Little Britain «homenajea» a esta gran Dama del imperio británico:

Donaciones y otras cuestiones

El amigo Jorge Montes, desde México, ha tenido el honor de convertirse en el primer oyente en realizar una donación para el podcast. Mis cálculos son que si un 5% de los oyentes habituales realizase una donación personal de 10 euros, los gastos del servidor quedarían cubiertos durante un año. ¿Qué te parece? ¿Te animas?

Jorge aprovecha también para lanzar un par de preguntas:

En un mundo gloablizado donde aspiramos a que nuestras obras traspasen fronteras, ¿cómo escribir los diálogos de una forma más universal y que no se escuchen falsos? Me explico mejor, yo vivo en México y mis referentes, son de acá conozco cómo hablan los jóvenes de acá, pero si aspiro a concursar en un certamen de novela o guionismo internacional me surgen dudas sobre si debo eliminar los localismos y tratar de escribir en un tono neutro, lo que le resta algo de color a las obras. ¿Cómo se enfrenta un profesional ante este reto?

La pregunta tiene miga, y no creo que exista una respuesta clara. Yo, que leo mucha más literatura anglosajona que hispanoamericana, desconozco los matices que los autores «profesionales» (si es que eso existe) dan a sus obras. No son muchas las películas mexicanas o argentinas que llegan a España, pero las que lo hacen no prescinden de sus formas y acentos. Si lo intentaran, serían seguramente artificiosas y falsas. Algunos directores han optado por rodar en inglés, los más grandes quizá (al menos comercialmente) como Del Toro, Cuarón, Amenábar, Iñárritu… Después de todo, el inglés es el idioma de la globalización, ¿no? Pero lo importante, creo yo, es que el autor se sienta cómodo con lo que está escribiendo. Del mismo modo que no puedes escribir sobre unos personajes que no te interesan o no saldrá nada bueno de una historia que tú no te crees, tampoco puedes utilizar un acento que no sientes como tuyo. Busca un lenguaje que sea auténtico para tu historia y tus personajes. Si son de hoy, son de México y son de la calle, deja que hablen como hablan los mexicanos contemporáneos en la calle. Cualquier otro caso te dará otras voces. Recuerda: lo universal se alcanza a través de lo local, del mismo modo que la idea se alcanza a través del ejemplo (o la abstracción se comprende a través del caso concreto).

También quisiera hacerte una sugerencia para el taller y esta es que en algún programa hables sobre algunas estrategias para lograr que nuestro trabajo se vea publicado o filmado. ¿Cómo acercarse a las editoriales, agentes literarios, concursos o productoras? Sé que quizá no es tema de un taller de creación, pero creo que muchos de los que te seguimos tenemos la intensión de no sólo escribir como pasatiempo y nos serviría conocer tu experiencia.

En efecto, este es un tema que queda totalmente fuera de las intenciones del taller, que se centra en crear historias, por lo que dudo que por mucho tiempo le dedique una sesión a ese tema. Además, siento un autor amateur yo mismo, sería pretencioso decirle a nadie cómo verse publicado. Mi mejor consejo es que saques tu trabajo a la calle, de la forma que sea. Te puedo dar las ideas de las cosas que he probado: escribir una novela «en directo» a través de un blog (poca repercusión, internet no es lugar para leer novelas); rodar mi propio corto (algunos premios y uno de los más vistos en Youtube en castellano); enviar trabajos a todo tipo de certámenes y concursos, empezando por aquellos locales y más modestos (los rechazos te enseñan modestia y los premios señalan tus puntos fuertes); escribir guiones para directores amigos (sin el esfuerzo de rodarlos tú mismo, te aseguras de que salen a la calle); etc. ¡Por no hablar del podcast! En la mayoría de los casos, la respuesta no es proporcional al esfuerzo invertido, pero el primer beneficiado es uno mismo, que va ganando experiencia como escritor. El feedback, a través de las reacciones de público, amigos, lectores o jurados, puede ser un bonus significativo. Por supuesto hay autores que le tienen fobia a esta faceta de la profesión. Quienes se vuelcan en algo esperando resultados y sin pasión, no llegan a nadie, así que de nuevo deberás ver con qué te sientes cómodo y qué te apetece hacer.

Esos son mis consejos para ti, amigo Jorge, pero seguro que de nuestros colegas tendrán algo que aportar en los comentarios…

Twitter de cine

Follower, follower, twitter, twitter…

A mí el exceso de redes sociales ya me toca la moral, porque si no estás en Myspace y en Twitter y en Facebook y en nosécuántas más, parece que no seas nadie… Pero al grano. Los famosos también se apuntan. Los blogs son para antiguos (como yo). Ahora lo que se lleva  es el microblogging: estar escribiendo minitonterías cada diez minutos. Lo gracioso es que los «grandes» también lo hacen. Si quieres seguirle la pista a ídolos como Kevin Spacey, Donnie Wahlberg o Demi Moore, lo tienes fácil. O bien (a lo que vamos nosotros), si quieres saber cómo es el día a día de guionistas de la talla de Neil Gaiman (Stardust, Coraline), Seth MacFarlane (Padre de Familia), Eric Roth (Forrest Gump, Benjamin Button) o Diablo Cody (Juno, The United States of Tara), los tienes a todos en Twitter. La lista, si no completa, al menos sí bastante extensa, aquí.