Excéntricos I

Que no os despiste el título. Aunque ayer hablábamos de empatía, hoy no voy a hablar del extremo opuesto, la curiosidad. Hoy voy a hablar de excéntricos del mundo real que no tienen nada que ver con un taller literario pero sí con los libros. Y nos echamos unas risas, leche, que es verano (por lo menos en este hemisferio desde el que es os escribo, si es que se le puede llamar verano a esa cosa que hace fuera de mi ventana alemana).

Al ajo: en eBay se subasta el retrete de J. D. Salinger. Que en paz descanse. Que sí, mujer, que no me lo he inventado; lo he leído en Papelenblanco que es un blog muy serio. Atención maniáticos de la higiene porque la puja está pensada para auténticos mitómanos, por lo que el artículo viene «sin limpiar». Vamos, que si tienes un millón de dólares y no sabes qué hacer con él, puedes donarlo al taller o casi literalmente tirarlo, coma, por el retrete. Lo que veas más práctico.

Pero mientras tú piensas qué hacer con tu dinero, otros ya han decidido lo que hacer con sus libros. Aunque eso casi mejor os lo cuento mañana, que me da la risa.

Y tú, ¿qué fetiches conservas de tus autores favoritos? Yo lo más raro que recuerdo haber hecho fue tras la muerte de Frank McCourt, a quien yo por aquel entonces no había leído. Mi compañero me informó del fallecimiento en cuanto se produjo la noticia y dijo que siempre había querido leer Las Cenizas de Ángela, así que entré en Amazon y dio la casualidad de que había una copia autografiada disponible. Antes de que se revalorizase, la compré inmediatamente. Se la regalé y nos encantó a los dos, por cierto. Pero más allá de libros autografiados, creo que no tengo ninguna rareza. ¿Y tú?

El placer de escribir

[…] Los asistentes eran estudiantes de periodismo, y tuve la oportunidad de tomarme unas cervezas con algunos de ellos. Se habló sobre todo de periodismo y admito que no me sorprendí demasiado al descubrir que aquellos estudiantes (de tercero) carecían de un periódico universitario y de blogs personales. De hecho, me dijeron, no escribían habitualmente.

-¿Para qué demonios estudiáis periodismo entonces? -les pregunté.

-La mayor parte de la gente de mi clase sólo quiere salir en televisión, -me dijo una de las estudiantes. Y añadió-: de hecho, varias compañeras ya se han puesto tetas.

Jose A. Pérez en Mi mesa cojea

Un consejo

Evita usar abreviaturas, latinajos, etc.

Más páginas sucias

Otra colección de formas de luchar contra la página en blanco, de nuevo de manos de los Bloguionistas. ¿Qué hacéis que no estáis suscritos a su blog todavía?

10 reglas

Anne EnrightHace unos años impartí un taller presencial donde cada semana intentaba llevar los decálogos de la literatura escritos por distintos autores. Sí, parece un vicio de entrevistador eso de pedir a los literatos que redacten 10 consejos para nuevos autores, y de alguna forma esas colecciones de mandamientos te dan distintas visiones de la creación artística que te van ampliando el horizonte.

En este artículo del diario The Guardian me he encontrado una colección de estos decálogos, que os invito a curiosear. Y he disfrutado en particular con el de una autora llamada Anne Enright (en la foto), por la dosis de sabia ironía que contienen sus palabras.

  1. Los primeros 12 años son los peores.
  2. Para escribir un libro, lo mejor es escribir un libro. Un bolígrafo ayuda, teclear también sirve. No pares de poner palabras sobre papel.
  3. Sólo los malos escritores creen que su obra es buena.
  4. Las descripciones son difíciles. Recuerda que una descripción es una opinión sobre el mundo. Posiciónate.
  5. Escribe como quieras. La ficción está compuesta por palabras sobre un papel, la realidad se compone de otra cosa. No importa lo «real» que sea tu historia, o lo «inventada». Lo que importa es que sea necesaria.
  6. Intenta ser preciso con… las cosas.
  7. Imagina que vas a morir. Si tuvieras una enfermedad terminal, ¿acabarías ese libro? ¿Por qué no? Esa razón que disgusta a tu yo al que le quedan tres meses de vida es lo que falla en tu libro. Así que cámbialo. Deja de discutir contigo mismo. Cámbialo. ¿Lo ves? Es fácil. Y no ha tenido que morirse nadie.
  8. Todo eso también lo puedes hacer con whisky.
  9. Divértete.
  10. Recuerda: si te sientas a una mesa durante 15 o 20 años todos los días (sin contar fines de semana), eso te cambia. Te cambia y punto. Puede que no te mejor eel humor, pero te arreglará otra cosa. Te hará más libre.

PD. Si queréis conocer las razones de mi reciente silencio, las tenéis aquí.

Barbara Cartland

Barbara CartlandLlevo una semana muy aburrida pero esta señora y la Wikipedia me han alegrado la mañana. Comprenderéis que no voy a hablar de una de las escritoras más famosas de novela rosa por amor a su arte, sino como ejemplo de los sinsentidos del mundo, también del literario.

Yo pensaba que Stephen King era prolífico, hasta que he visto la lista de 664 novelas publicadas por Barbara Cartland, según las cuentas hechas por su hijo. Alguna se le ha debido escapar, porque sus editores le atribuyen más de 720. Si miráis la lista, veréis que los títulos son divertidísimos, con palabras como Ángel, Beso o Princesa repitiéndose una docena de veces, aunque la estrella, por supuesto, es otra: casi cien títulos comienzan por Love, palabra que aparece en total en 276 de ellos, más de un 40%. Leo que hubo un tiempo en que ella misma se jactaba de ser la única autora que acababa una novela cada 14 días, y se me ocurre pensar si no debería estar escribiendo esta entrada en algún blog sobre escritura no creativa.

Con los años, debió sentirse culpable del coste ecológico de  su carrera y solicitó como última voluntad ser enterrada en un ataúd de cartón. Falleció en mayo de 2.000 a los 98 años, y vio cumplido ese último deseo.

Todo esto es muy divertido, pero la ironía del asunto es que sus novelas nunca dejaron de hacer dinero, llegando a convertirse en algún momento en la escritora más vendida del mundo según el Libro Guinness de los Récords, o la tercera según la Wikipedia, detrás tan sólo de William Shakespeare y Agatha Christie, y muy por delante de las otras dos grandes del género, Danielle Steel y Corín Tellado, a pesar de que a esta última se le atribuyan más de 4.000 títulos. ¡Vivir para ver!

Os dejo, a los angloparlantes al menos, con una colección de sketches con los que Little Britain «homenajea» a esta gran Dama del imperio británico:

Cómo se mata a un extra

¿Cómo se mata a un extra?
Dejando un sandwich en mitad de la carretera.

(una broma «del oficio» leída en Popbitch)