Tu primer guion corto

 

 

Un oyente que se hace llamar Charlie Mawson nos lanza una consulta:

Estoy escribiendo el guion para un cortometraje, y quería preguntarte cómo encontrar candidatos a rodarlo o comprarlo, ya que en un episodio comentabas que suele haber muchos jóvenes directores de cortos en busca de guiones. También preguntarte qué debo hacer antes de nada. Si registrarlo o algo así en algún lugar, para evitar robos de ideas o similares. El tema cortometrajes es nuevo para mí.

Momento del rodaje de "Pestañas Asesinas"

Sobre los registros ya hice una extensa entrada hace tiempo y no tengo mucho más que añadir (salvo que el registro online del ministerio deja bastante que desear). De todas formas, si es tu primer guion, mi preocupación no sería protegerlo, sino exponerlo a la furia de los elementos; no esconderlo, sino echarlo al viento. Si alguien lo copia, será señal de que se lo han leído, que ya es más de lo que pueden esperar la mayoría de principiantes.  De donde vino esa idea, ya vendrán más. De todas formas, un corto nunca hace dinero, así que ¿qué gana nadie con plagiar? Los cortos se hacen para aprender y, como mucho, con suerte, hacerse un nombre, aunque sea uno pequeñito, entre compañeros de la industria. Al no moverse dinero, las productoras desaparecen o se reconvierten, las comunidades online se disgregan, no hay un sitio concreto adonde acudir.

Encontrar director depende totalmente de tu entorno. La mayoría de los jóvenes directores quieren contar sus propias historias. De ellos, la mayoría no sabe escribir un guion (tampoco dirigir un corto, pero esa es otra historia). Quienes empezamos, andamos todos aprendiendo. Si tienes alguna escuela de cine cerca, déjate caer. Echa un vistazo a los anuncios del tablón o pon el tuyo propio. Lo mismo vale para escuelas de periodismo, televisión, imagen y sonido, interpretación, etc. Las facultades de la universidades también son un buen caldo de cultivo. Acude a festivales de cortos locales, aunque sean en el pub de la esquina (sobre todo si son en el pub de la esquina) y quédate a charlar con la gente, porque el 90% de esa gente serán los implicados en los cortos proyectados. Fíjate en qué cortos te gustan, qué directores dirigen bien, quizá incluso qué directores han rodado guiones de otros. Habla con ellos. Cuando haya química, comenta que tienes un guión. Habrá quien te mire como diciendo, mira qué bien, yo tengo quince en un cajón, no te fastidia. Habrá quien prometa leérselo y no lo haga. Con suerte, alguien lo leerá y te dirá que no le gusta. Con más suerte aún, te dirá por qué no le gusta y, si el crítico es listo (y tú también), a lo mejor aprendes algo. Si el guión es bueno, acabará atrayendo miradas.

Busca en internet cortos hechos en tu zona, festivales o proyecciones que pillen cerca, concursos de guiones que no suenen a estafa, incluso siempre hay alguna pequeña productora abierta a recibir proyectos. No hay una fórmula secreta. Cada uno tiene que buscar su camino, o mejor dicho, labrárselo. Eso significa demostrar cosas: demostrar que sabes contar una historia, dominar la estructura de una escena, expresar las profundidades de un personaje, comprender las dificultades de un rodaje.

Y en última instancia, si a nadie le interesa tu corto, o al menos no lo suficiente para rodarlo, coge una cámara y mira a ver qué pasa. Yo empecé así y mírame ahora: no he llegado a ninguna parte. ¡Yo no sé para qué me pides consejo!

Bromas aparte, el mundillo es tan duro como rico en posibilidades. Mucha suerte.

Secundarios Reloaded

¿Y quién dices que es la prota?

Hoy dos tips por el precio de una (o sea, gratis como siempre).

La Screenwriting Tip 522 dice:  Haz todo lo posible para que cada escena afecte al personaje principal de una forma u otra. Si hay demasiadas escenas en las que otros personajes llevan la voz cantante, podríamos empezar a olvidar quién es el verdadero protagonista de la historia.

A lo que yo añado: Esto no es problema en las historias corales (las cuales abundan en la televisión contemporánea, por motivos que comentaremos en otro momento). En los demás géneros, sin embargo, las historias corales son una rareza, y entonces conviene recordar este consejo que viene a ser otra forma de decir lo que decimos a menudo: tu historia es el conflicto de un personaje y todo cuanto escribimos debe estar al servicio de esa historia.

Y en la misma línea, la Screenwriting Tip 533 añade: No estés todo el rato creando secundarios de usar y tirar para que los protagonistas tengan alguien con quien interaccionar (CHICA 3, CONDUCTOR DEL BUS, HOMBRE CON SOMBRERO). Deja que los protagonistas hablen entre ellos.

Ese fue uno de los muchos problemas de las secuelas de Matrix: había tantos secundarios interesantes que el soso de Neo, por momentos, importaba bien poco. (De otros problemas de estas secuelas hablaremos pronto.) Un secundario extravagante puede darle mucho color a tu historia. Demasiados, le robarán el color a tu protagonista.

Uy esta, qué bien se lo está pasando.

De todas formas, hay que distinguir entre secundarios recurrentes y secundarios de usar y tirar. Los secundarios recurrentes forman parte integral de la historia. Acordaos del elenco de Mujeres Al Borde De Un Ataque De Nervios. Marisa (Rossy de Palma) presenta y da sentido a la subtrama del gazpacho, Kitty Manver (la abogada Paulina Morales) eleva la tensión y hasta el taxista cobra cuerpo porque sin él no habría persecución. Si la película no necesitara una persecución, la anécdota del mambo-taxi se habría eliminado del guión, y si el gazpacho no sirviera para librarse de los policías, tener a Rossy de Palma toda la peli dormida habría sido una tontería. Son esos puntos clave los que marcan la diferencia entre un secundario con peso y un extra de relleno.

Coppola

Este hombre acaba de ganar varios puntos en mi escala de admiración con esta entrevista.

Arte: Si vas hoy a un productor y le dices que quieres hacer una película que nunca se ha hecho antes, te echa a la calle porque quiere hacer la misma película de siempre, la que ha generado ingresos. Pero un elemento esencial del arte es el riesgo. Si no arriesgas, ¿cómo vas a crear algo realmente hermoso que no se haya visto antes?

Escribir un guión: Un guión debe ser como un haiku, conciso y claro. Minimalista. Porque cuando se haga la película, el director escuchará a los actores y al director de fotografía, que aportan grandes ideas, y luego hará lo que crea mejor. El cine es colaboración.

Dinero: Yo tengo otro empleo. Hago películas, pero me gano la vida en la industria vitivinícola. Trabajas en lo tuyo y te levantas a las cinco de la mañana para escribir tu guión. Hace 200 años, si eras compositor, la única forma de ganar dinero era viajar con la orquesta y dirigirla, porque entonces te pagaban como músico. No había grabaciones, no había royalties. Esta idea de la estrella del rock que se hace rica podría desaparecer, porque en esta nueva era quizá el arte sea gratuito. A lo mejor los jóvenes tienen razón y sí que tienen derecho a descargarse música y películas. Me van a fusilar por decir esto. ¿Quién ha dicho que los artistas tienen que ganarse la vida, que el arte debe costar dinero? Es mejor desconectar esas dos ideas.

Sobre este último punto, Neil Gaiman también tiene algo que decir (en La Cueva del Lobo han traducido unos fragmentos de sus declaraciones):

Los tiempos están cambiando. El debate continúa.

Cámara, diálogo… ¡Acción!

Hace casi dos meses que no os castigo con una de mis recopilaciones de los consejos para guionistas de Screenwriting Tips. Ya va tocando ponerse al día. Pero esta vez no las voy a soltar todas de golpe, sino de una en una y con comentarios, ejemplos o, incluso, correcciones. El debate está abierto.

La Screenwriting Tip 521 dice:  Te puede parecer que esa escena de dos personajes hablando es interesante de por sí, pero créeme, sería mucho más interesante si estuvieran haciendo algo. Dales acciones y el diálogo resaltará aún más.

Una verdad como un templo. Además, es válida para cualquier género (narrativa, cómic, teatro…). Pero hay muchas formas de hacerlo.

Si lo que los personajes hacen es compartir una pizza o tender la colada, no mejoramos mucho la cosa. Las acciones rutinarias pueden dar el pego en telecomedias, donde la chispa está a menudo precisamente en los diálogos que hacen divertidas situaciones cotidianas. En The Big Bang Theory muchísimas escenas giran alrededor de cenas en casa o en The Cheesecake Factory y de visitas a la tienda de cómics o a la lavandería del sótano. Pero en la mayoría de los casos, necesitaremos algo más que hacer aparte de hablar y respirar.

Un buen recurso es tener esos interesantes diálogos justo antes de la próxima escena de acción. La primera variante de esta técnica consiste en apostar a los personajes junto a la carretera esperando el furgón blindado que quieren asaltar, y dejar que la tensión del momento les lleve a hacerse las más íntimas confesiones. Por supuesto, la llegada del furgón interrumpirá sus intimidades y dejará su relación en un clímax emocional que deberá esperar a ser resuelto, aumentando la tensión dramática.

Una variante simplificada es mostrar la vida cotidiana de los personajes (el lado humano), dejar que se digan lo que se tengan que decir, y entonces interrumpirles con la llegada de alguien nuevo o, más típicamente, con una llamada de teléfono urgentísima. El recurso es muy común en series policíacas o paranormales: lo vimos mucho en Expediente X y la tercera temporada de Fringe está abusando de él hasta la extenuación.

Las acciones que se realizan durante el diálogo deben formar parte de la historia. A veces basta con rellenar las transiciones: los personajes deben viajar a alguna parte y vemos dos minutos del recorrido en coche durante el cual charlan hasta llegar a su destino. Mad Men saca buen provecho de estos momentos cotidianos. En cambio en otras ocasiones, serán las situaciones de más tensión las que empujen a los personajes a hablar. Recuerda esas pelis de terror en que, mientras los personajes están escondidos esperando que el psicópata nos les encuentre, aprovechan para decirse cuánto se gustan, por si luego es demasiado tarde. Si se hace bien (esto es, brevemente) la pausa en la acción no rompe el clímax sino que prolonga la tensión e incluso aumenta lo que está en juego: no sólo van a morir, sino que van a morir cuando por fin han encontrado el amor.

Esto es sólo una pequeña tormenta de ideas. ¿Qué más ejemplos se os ocurren de diálogos bien acompañados de acciones?

Consejos de noviembre

Mientras tú escribías tu nanovela, los de Scriptwriting Tips han seguido a lo suyo. A ver qué nos cuentan este mes:

442 Cuando ve suna película, ¿has notado que el tiempo se vuelve elástico en las escenas de acción? También lo puedes hacer en tu guión. Usa palabras cortas y fragmentos de oración cuando quieras que la acción avance a saltos, y palabras y frases más largas cuando quieras ralentizar las cosas.

443 ¿Qué es el tercer acto? Es la pesadilla de tu protagonista, lo peor que podría pasarle. Si le hubiera pasado en el primer acto, se habría puesto a lloriquear en el suelo hecho un ovillo.

444 Vender tu guión como una combinación de dos películas conocidas puede ser una buena táctica de presentación, como un trampolín para que la gente sea al instante de lo que estás hablando. Pero en cuanto tienes su atención, necesitas contarlas qué hace a tu historia diferente.

446 Piensa en la estructura de esta forma: si el motor de una historia es la pregunta dramática, tu trabajo consiste en reformular esa pregunta cada quince páginas.

447 La bomba de relojería o cuenta atrás es un recurso excelente, sobre todo si el protagonista no consigue desactivarlo a tiempo y tiene que lidiar con las consecuencias. Para conseguir los mejores resultados, puedes combinar ese fracaso con el «momento más duro» al final del segundo acto.

448 ¿De verdad tu antagonista es tan tonto como para caer en esa trampa tan obvia, acudir al encuentro sin un plan B y perder los nervios cuando no debe? Pues así no asusta mucho, tu antagonista…

449 Dale al protagonista lo que quiere… cuando ya no lo quiera.

450 Nunca interrumpas a tus personajes cuando están discutiendo. Deja que decaiga, y edita luego.

451 Cuando concibas a tu antagonista, recuerda: los malos no saben que son malos. Los malos se levantan por la mañana y van silbando al trabajo, seguros de que hacen lo correcto.

454 En historias corales con montones de gente en varias localizaciones, reduce los tiempos muertos y corta siempre a los momentos de mayor conflicto. Salta de escena justo tras los giros y las grandes preguntas dramáticas. El público va a sufrir, pero les va a encantar.

455 Una tormenta no hace tu tercer acto automáticamente más problemático.

457 ¿Las escenas decaen? ¿Les falta drama y conflicto? Usa el test del Peor Resultado Posible. Es sencillo: retrocede hasta la última vez que tu protagonista tomó una decisión importante. Pregúntate, ¿cuál es el peor resultado posible de esa decisión? Escribe ese resultado.

459 No te preocupes si te estás alejando demasiado de esa película ideal que tenías en mente. No solo es perfectamente normal: significa que estás progresando.

460 Los mejores puntos de giro son los que sorprenden por su lógica aplastante.

461 No todo tiene que acabar de la mejor forma posible. El mentor que agonizaba en el «momento más duro» no tiene por qué aparecer en el baile de la boda del tercer acto.

462 Roba un truco de los videojuegos:a mitad de la historia, arrebátale al protagonista sus mejores armas, a ver qué tal se las arregla sin ellas.

464 Dejar que el público sepa más que el protagonista funciona bien en el primer acto, para generar ironía dramática, crear empatía y meternos en situación. Dejar que el protagonista sepa más que el público funciona bien en el tercer acto, para facilitar el giro final.

465 Es mejor no remolonear demasiado después del clímax del tercer acto, pero tampoco dejes al público tirado. Después de transmitirnos cuánto estaba en jueg, muéstranos los resultados, cómo el mundo del protagonista ha cambiado a mejor.

Venga, ahora toca llevarle la contraria…

Consejos de guión – octubre

Para todos los nanowriters demasiado ocupados, aquí va la selección de lo mejor de Scriptwriting Tips durante el último mes. No importa si escribes comedia o terror, aquí hay algo para ti. ¡Espero que te ayuden a seguir adelante!

421: Por el amor del cielo, no destruyas tus notas originales. No importa cuánto haya evolucionado el proyecto. Las necesitarás cuando estés a mitad de guión y te des cuenta de que no recuerdas qué tenía de interesante tu idea.

422: Si no puedes explicarle a alguien la idea de tu guión en una conversación casual, es que no tienes la idea para un guión. Seguramente tienes un transfondo, un personaje o algún tema interesante. Ahora toca llevarlo al siguiente nivel.

423: Si vas a romper las reglas, hazlo de alguna forma espectacular. Así será evidente que las estás rompiendo y no parecerá que las desconoces.

424: Más vale esbozar demasiadas escenas, personajes y subtramas que quedarte sin material a mitad del segundo acto. Considéralo una exploración del terreno antes de elegir la mejor ruta.

427: Tu particular punto de vista es tumejor baza como autor… si suponemos que tu punto de vista es interesante.

428: No empieces una historia haciendo que a tu protagonista le pase absolutamente todo (el marido la abandona, la despiden del trabajo, el perro se escapa, etc.). Elige una cosa: la que duela más.

432: Los chistes no pueden salvar una escena que no haga avanzar la trama o afecte al protagonista. La comedia no debe ser nunca la única razón de una escena.

433: Tu guión no es lo que pasa. Es a quién le pasa.

434: Tienes que creer en tu premisa con una fe auténtica, profunda e incondicional. Eso empieza cuando eres capaz de expresarla en una o dos frases.

Consejo invitado 4: Nada rompe la inmersión como un personaje que diga «Esto no es una película, es el mundo real» or «Esto siempre funciona en las pelis». En cuanto sucede, nos recuerda que estamos viendo una película.

Consejo invitado 6: Amigos escritores, ¿realmente es más difícil meterse en la piel de una mujer que meterse en la piel de un asesino psicópata? Las mujeres también quieren ser la estrella de vez en cuando.

Consejo invitado 7: Por favor, relaciónate con minorías o al menos habla con ellos antes de meterlos en tu guión. Cuando todo lo que sabes sobre nosotros lo has captado en la cola del supermercado, se nota.

Consejo invitado 8: Al público le gusta creer que ya saben lo que va a pasar. Por eso, dales su momento «¡Lo sabía!»… y luego descorre la cortina y déjales con el culo al aire.

436: Si escribes terror, el temor es tu amigo. ¿Qué es temer? Es lo que te inspira el hombre de la máscara, la puerta cerrada al final del pasillo. Es no saber qué nos aguarda cuando encendamos la luz. Es esa sensación de que algo terrible va a ocurrir y no puedes hacer nada por evitarlo.

Más consejos para guionistas

Vamos con una selección de los mejores consejos publicados en Scriptwriting Tips durante el mes de septiembre:

380: Especifica claramente las consecuencias de que la cuenta atrás [recurso dramático en el que una amenaza requiere que el conflicto se resuelva rápidamente] llegue a cero. ¿El reloj se detiene sin más? ¿O está conectado a una bomba metafórica que hará volar por los aires todo aquello por lo que tu protagonista está luchando?

381: Un protagonista que logra su propósito gracias a su inteligencia caerá mejor que si lo consigue por la fuerza bruta, por su cara bonita o de pura chiripa.

386: No dejes a tu protagonista sola pensando en sus cosas. Elimina cualquier escena en la que consulte un documento o descifre un código. «Blade Runner» quizá sea genial, pero esas escenas de Deckard pasando el rato en su apartamento son la muerte a pellizcos.

389: Si tienes experiencia en algún tema específico (arquitectura, cocina francesa, derecho penal, lo que sea) no dudes en incorporarlo a tu guión. El conocimiento es interesante.

391: Deja de intentar escribir escenas de acción «excitantes». Pasa de adverbios y escribe con claridad: una acción detrás de otra. Por suerte para ti, resulta que esa es la forma más excitante de escribir acción.

402: Los personajes «misteriosos» suelen ser aburridos de narices, sobre todo si siempre hablan de vaguedades y sólo aparecen cuando la tarea o la acción se han acabado. Recuerda: los personajes son lo que hacen, no lo que dicen.

403: Puedes eliminar por completo escenas inútiles si te llevas la información a la escena siguiente. Por ejemplo, en lugar de mostrar a la protagonista trabajando toda la noche, haces que aparezca a la mañana siguiente medio dormida.

406: No describas en exceso. Puedes crear escenas con multitudes, fiestas, localizaciones elaboradas, etc. con sólo un par de líneas. Ahórrate esas morcillas de prosa descriptiva para espacios que revelen al personaje, como el dormitorio de la protagonista.

408: Tu antagonista debería ser el personaje al que nos encanta odiar. La acción más sencilla (desde meterle otra bala al enemigo caído hasta acosar al débil de la clase por capricho) puede bastar para que se gane nuestro odio.