Si quiero escribir videojuegos, ¿qué tengo que hacer?
Pues como si quieres trabajar en cualquier otra actividad, para lograrlo tienes que hacer una sola cosa: convertirte en un profesional. Y para aprender, hay dos caminos: estudiar o practicar.
Conforme la industria crece (y dicen que los videojuegos ya mueven más dinero que el cine o la música) van surgiendo más cursos específicamente orientados al sector. A botepronto me viene a la cabeza sólo Gametopia en Madrid (que también ofrece talleres online) pero unas búsquedas en Google os proporcionarán resultados para tu zona. No puedo recomendar ninguno porque no tengo referencias. Como en todo nuevo negocio, habrá aficionados intentando sacar partido del vacío existente y auténticos profesionales con deseo de afianzar la industria. Pedid referencias del profesorado y estudiad a fondo las ofertas antes de soltar la pasta.
El problema es que en la mayoría de los casos, las empresas tampoco sabrán si lo que has estudiado vale algo o no. Así que para demostrar lo que sabes, la práctica te será más útil. Cancela tu suscripción a Hobby Consolas o cualquier otra revista que se dedique a reproducir los comunicados de prensa de las distribuidoras (que son la mayoría), y busca publicaciones con ojo crítico que no hablen sólo de títulos sino también de industria. Localiza los pocos libros que se publican sobre el tema y empápate. Juega a géneros diversos en todas las plataformas del mercado, y analiza esos juegos: qué giros funcionan, qué trucos te distraen, sus aciertos y fallos, cómo se gestaron.
Pero sobre todo, rodéate de gente con tu mismo interés y crea juegos. Tu mejor tarjeta de presentación frente a una compañía serán tus trabajos terminados. No se contrata a un ilustrador por la promesa de sus bocetos: hay que presentar juegos completos.
¿Pero cómo quieres que haga un juego, estás loco? ¡Si yo lo único que sé es escribir! ¡Ah, nadie dijo que fuera fácil! Tendrás que aprender algo más. Mañana te cuento qué y sobre todo por qué.
Esos son los que mios no?
En efecto, Tomás, la foto está hecha en tu casa, a esos muñequitos tan fantásticos que hiciste ;-)