Hoy dos tips por el precio de una (o sea, gratis como siempre).
La Screenwriting Tip 522 dice: Haz todo lo posible para que cada escena afecte al personaje principal de una forma u otra. Si hay demasiadas escenas en las que otros personajes llevan la voz cantante, podríamos empezar a olvidar quién es el verdadero protagonista de la historia.
A lo que yo añado: Esto no es problema en las historias corales (las cuales abundan en la televisión contemporánea, por motivos que comentaremos en otro momento). En los demás géneros, sin embargo, las historias corales son una rareza, y entonces conviene recordar este consejo que viene a ser otra forma de decir lo que decimos a menudo: tu historia es el conflicto de un personaje y todo cuanto escribimos debe estar al servicio de esa historia.
Y en la misma línea, la Screenwriting Tip 533 añade: No estés todo el rato creando secundarios de usar y tirar para que los protagonistas tengan alguien con quien interaccionar (CHICA 3, CONDUCTOR DEL BUS, HOMBRE CON SOMBRERO). Deja que los protagonistas hablen entre ellos.
Ese fue uno de los muchos problemas de las secuelas de Matrix: había tantos secundarios interesantes que el soso de Neo, por momentos, importaba bien poco. (De otros problemas de estas secuelas hablaremos pronto.) Un secundario extravagante puede darle mucho color a tu historia. Demasiados, le robarán el color a tu protagonista.
De todas formas, hay que distinguir entre secundarios recurrentes y secundarios de usar y tirar. Los secundarios recurrentes forman parte integral de la historia. Acordaos del elenco de Mujeres Al Borde De Un Ataque De Nervios. Marisa (Rossy de Palma) presenta y da sentido a la subtrama del gazpacho, Kitty Manver (la abogada Paulina Morales) eleva la tensión y hasta el taxista cobra cuerpo porque sin él no habría persecución. Si la película no necesitara una persecución, la anécdota del mambo-taxi se habría eliminado del guión, y si el gazpacho no sirviera para librarse de los policías, tener a Rossy de Palma toda la peli dormida habría sido una tontería. Son esos puntos clave los que marcan la diferencia entre un secundario con peso y un extra de relleno.
Interesante… Lo que comentas de las historias corales que abundan en televisión, me ha recordado a cuando le dieron el Oscar a Javier Bardem por el mejor actor de reparto en «No es país para viejos». Al ver la película tuve la sensación de que el peso de la misma recaía más sobre Bardem que sobre otros actores (puede que sea debido a mi pasión por Bardem). Sin embargo, se dice de esa película que es coral.
¿Y no puede ser que eso de los personajes de relleno como que debería evitarse? Es decir, vas a introducir un personaje a tu trama porque es necesario. Para mí es muy importante que ese personaje no sea una marioneta, un relleno gris para evitar huecos. Hace poco vi La Rosa Púrpura de El Cairo, que va sobre una película con el mismo nombre en la cual se escapa uno de los personajes de la pantalla del cine. Pues hay una escena en la que todos los personajes se ponen a discutir sobre quién es el verdadero protagonista de la… Leer más »