La consulta de ayer de KHaL con sus dos narradores me ha traido a la memoria una novela que intenté leer hace tiempo, «Atlas de Geografía Humana» de Almudena Grandes (quien, casualidades de la vida, anda presentando nuevo trabajo). Su anterior novela, «Malena es un nombre de tango» me había gustado lo suficiente como para probar otra vez.
«Atlas…» cuenta la historia de cuatro mujeres. Si no me falla la memoria (hace 12 años de esto y no tengo el libro a mano), todos los capítulos están narrados en primera persona, pero cada vez por un personaje distinto, de las cuatro protagonistas. Si me falla la memoria, el narrador sería omnisciente, limitado cada vez a una sola mujer. Hablemos por tanto de «personaje punto de vista», que nos vale para ambos casos. De una forma u otra, quizá tengamos una lección que aprender aquí, de los errores ajenos.
El problema era que los personajes no se identificaban de manera alguna al principio de cada capítulo, con lo cual no tenías ni idea de a quién estabas siguiendo esta vez. La idea era, supongo, que una no se llama a sí misma por su nombre cuando piensa, y que el lector podría deducir la narradora por el contexto. Llamadme torpe, pero yo era incapaz. Las cuatro mujeres me parecían intercambiables, porque no tuve tiempo de aprenderme qué características correspondían a cada una cuando ya las estaba mezclando todas. Nunca acabé de leerme el libro.
George R. R. Martin ha creado un reparto absurdamente enorme en su «Canción de Hielo y Fuego«, pero al menos cada capítulo lleva por cabecera el nombre del personaje en cuyo punto de vista nos vamos a centrar a continuación. Al menos sabes de quién te están hablando, que es lo mínimo. Si se te ha olvidado quién es, por exceso de nombres, o porque lleva cuatrocientas páginas sin aparecer… bueno, eso es otro problema.
Ya veis a dónde quiero ir a parar, ¿verdad?
Un escritor pasa muchos meses, casi siempre años, desarrollando los personajes y tramas de una novela hasta que llega a conocerlos mejor que a su familia. Los lectores, en cambio, rara vez se zambullirán a tanta profundidad, e incluso podrían dejar pasar días entre capítulo y capítulo, y peor aún, entre párrafo y párrafo. No es que haya que darles todo el trabajo hecho: a los lectores nos gusta que nos traten como a personas inteligentes. Pero a veces un poco de redundancia es sana: no nos gusta que nos traten como si no tuviéramos otra cosa que hacer que aprendernos el árbol genealógico de tus secundarios. De nuevo la virtudad está en el equilibrio, y el punto de equilibrio, en tu intuición.
Al igual que a Alex con Saramago, a mí me pasa algo parecido con Almudena Grandes. Llevo años queriendo leer algo de ella. Y eso que en las bibliotecas que frecuento suelen estar casi todos sus libros Ahora me han entrado más ganas de leerla, je je.
Espero que en mi caso, al ser sólo dos personajes de formas expresivas totalmente opuestas esto no ocurra…
La verdad, yo a Martin siempre le he criticado que no diferencie un poco entre sí a los personajes cuyos puntos de vista utiliza; quizá mi empeño tenga esa raíz ^^
Otro caso: En una novela que estoy leyendo, el protagonista se llama Víctor y el resto de los personajes Alfredo, Alberto, Alejandro…. Nada peor para identificar bien a un personaje que usar nombres similares; al final te acabas liando. ¿Era Alberto el malo o Alfredo? Pues eso.
Resulta sorprendente el número de novelas que se publican que no siguen muchos de los consejos que se dan en los libros de estilo, talleres como el de Álex, etc.
Lo que resulta más sorprendente es la cantidad de malas novelas que se publican. Algunas de ellas llegan a convertirse en superventas. Esto no sólo sucede en la literatura, también ocurre en el cine con frecuencia.
Como se ha dicho ya en muchas ocasiones, ¿quienes somos nosotros para decidir lo que es bueno o no? De todos modos criticar y comentar es gratis, je je. Siempre ha existido y existirá la literatura popular y el cine comercial.
Aquí os dejo un enlace de un canal de Youtube, donde hacen críticas, con humor e ironía, de algunos best sellers.
http://www.youtube.com/user/seleucidproject#p/u/22/Q9ZAHiWAsCg
Me parece muy mal todo lo que habéis dicho (hoy estoy guerrero). Si hay libros y ganas, ¡lee a Almudena!, que luego dicen que la literatura es sexista y nosequé. Martin cría personajes como cucarachas. Le acusan de que mata muchos, yo digo que mate más. ¿Todos los personajes con la A? ¡A la hoguera! ¿O alguien sabía distinguir a Jorgito, Juanito y Jaimito? ¡Me parece muy mal también que la gente no siga mis consejos! ¡Pero me parece todavía peor que los sigan! ¡Escribid con libertad, creadores! Aunque no tanta libertad como el de «La Profecía del Laurel» (ver… Leer más »
Me has convencido! Acabo de terminar hoy «Beatriz y los cuerpos celestes» de Lucía Etxebarria. Y el pasado viernes tomé en prétamo de la biblioteca «Malena es un nombre de tango», novela que voy a comenzar ahora mismito. Yo, de sexista nada!
Suerte con Malena, que es un tocho considerable. ¿Qué tal Etxebarría? Llegué a comprarme uno de sus primeros libros pero no pasé de ahí, sigue virgen en el estante.
A mí me pasó lo mismo con «Beatriz y los cuerpos celestes». La compré por 5 euros, en edición booket, y ahora al cabo de algunos años me he decidido a leerla. La verdad es que no está del todo mal y he pasado un buen rato. Trata diferentes etapas de la vida de una chica que se ha criado en un ambiente familiar difícil, con una madre enferma y un padre un tanto hijo de puta. Hay multitud de flashbacks , mediante los cuales conocemos diferentes etapas de la vida de Beatriz con sus tres parejas: Cat, Mónica y… Leer más »
Esa cronología desestructurada me la acabo de encontrar en «La agenda de Virginia» y no me ha convencido nada. Tengo sentimientos encontrados con ese libro, no sé si hablaré de él más adelante…
Una cronología desestructurada puede, en algunos momentos, confundir al lector. En «Beatriz y…», a veces sucede que encuentras dificultad para ubicar los acontecimientos narrados en la línea temporal de la novela, pues el pasado es el tiempo verbal predominante durante todo el libro. El presente aparece muy poco, salvo al final de la historia.
A mí me gustan los flashbacks para explicar hechos relevantes que sucedieron en el pasado, justificar el comportamiento de los personajes o aclarar rasgos de su personalidad.
Desestructurar la cronología funciona cuando encuentras un nuevo orden que engarza las cosas un sentido nuevo, como por ejemplo en Memento. A falta de un orden crono-lógico, donde la lógica está en la causa-efecto, hay que buscar otra relación entre los acontecimientos. Perdidos solía hcerlo bien, sobre todo en la primera temporada, con los flashbacks repasando recuerdos del personaje que la situación en la isla les hacía revivir (por semejanzas, paralelismos, sensaciones…). Gracias a estos enlaces, el espectador encuentra un vínculo emocional que le invita a desentramar el puzzle. Pero si las escenas desordenadas no guardan una relación secuencial de… Leer más »