Rango de edad

El amigo Carballeira nos mandó hace tiempo una consulta y ya va siendo hora de que afrontemos la respuesta. Está preparando una novela juvenil y nos dice:

Mi mayor duda es elegir el tono y el lenguaje. La novela será corta, pero no sé si antes debo pensar en la edad de los niños a los que me dirijo y escribir en consecuencia o hacerlo al revés, escribir lo que me salga y luego decidir para qué niños va dirigido y reescribir en consecuencia.

Mi primera respuesta sería que escribas lo que te apetezca, y después, cuando veas lo que te ha salido y comprendas para qué edad funciona, lo revises en función de eso, limpiando o reescribiendo las partes que se salgan de ese marco. Tú trabajas diariamente con jóvenes, así que sabrás mejor que yo lo que es apropiado o no para los distintos rangos de edad.

He ojeado libros del Barco de Vapor de varias edades y no termino de decidirme, de hecho, no sé si ha sido buena idea ojearlos porque todos tenemos el defecto de escribir como lo último que hemos leído. A veces creo que para escribir hay que dejar de leer de manera radical.

Si lo último que has leído te inspira a escribir, entonces no tiene nada de malo. Además, la influencia siempre es menor de lo que nos creemos. Hace veinte años me dio por escribir «estilo Lovecraft», pero leyéndolo no hace tanto me di cuenta de que no tenía nada que ver. Había más en esos relatos del romántico adolescente atormentado que todos hemos sido que del peculiar atormentado de Providence. Y sin embargo, todos escribimos influidos de una forma u otra por lo que hemos visto, leído, incluso vivido. No merece la pena pararse a analizarlo, es mejor dejar las letras fluir.

Sí puede ser sano dejar de leer en tanto que te deja más tiempo para escribir. También te permite centrarte en tu trabajo, tener tu historia en la cabeza incluso cuando no estás escribiendo, en lugar de la historia de otro (como nos pasa a menudo cuando andamos leyendo algún libro y pensamos en sus personajes o trama en cualquier momento del día). Pero también puede ser que, para ti, tomarte un descanso para leer te permita relajarte pensando en otra cosa e incluso te ayude a desintoxicarte y superar bloqueos. Es algo personal.

Escribir pensando en tu público puede ser castrante. Recuerda lo que decía King:

Escribe con la puerta cerrada, revisa con la puerta abierta.

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Javier D Carballeira

Hola Álex

Muchas gracias por tu respuesta, tras pensar sobre el asunto creo que he llegado a la misma conclusión, es mejor escribir pensando más en la propia historia y en su veracidad y, una vez conseguido eso, pensar en el resto.

Cuando te comenté lo del Barco de Vapor era porque las leía para analizar los tonos con los que estaban escritas.

¡La última frase que pones ha sido clave!

Un abrazo

Lightray

Si lees mucho a un autor te puede suceder que tu forma de escribir, el estilo y el tono se parezcan demasiado al de ese escritor. A mí me paso hace tiempo algo parecido con Juan José Millás. Por eso hay que leer a diferentes escritores, con estilos distintos. También es importante leer a clásicos para coger vocabulario.
He estado un poco ausente últimamente, se debe a que me he casado y he estado de viaje de bodas (¡vaya off topic que me he marcado!)