Un oyente, Manu, me avisa de que la sesión 26 dedicada a sintaxis enlazaba por error al audio de la 25.
El error ya está subsanado. Perdón por las molestias, ¡y gracias por el aviso, Manu!
Un oyente, Manu, me avisa de que la sesión 26 dedicada a sintaxis enlazaba por error al audio de la 25.
El error ya está subsanado. Perdón por las molestias, ¡y gracias por el aviso, Manu!
Hoy nos llega una consulta que no está directamente relacionada con la creación literaria o la narrativa, pero comparto aquí la respuesta para quien le pueda interesar.
José Manuel escribe:
Un conocido inglés ha publicado un libro, […] parece haber interés en publicarlo en español y la traducción la tengo a medias. El problema ha venido cuando he dicho que como traductor no asalariado el copyright de la traducción española lo tendría yo, que creo es lo correcto y legal. Por favor, ¿podrías decirme si estoy en lo cierto? El autor dice que para qué quiero el copyright y que lo único que haría sería complicar las cosas y probablemente reducir los «beneficios», pero yo creo que es mi derecho y lo que evita que puedan hacer lo que les dé la gana con mi trabajo. No estoy interesado tanto en los beneficios (que serían más bien simbólicos y que dudo mucho que llegaran a cubrir una parte del esfuerzo y tiempo dedicados) como en la experiencia y el hacer las cosas bien.
Cuando dices «no asalariado» espero que no quieras decir que no te pagan la traducción, porque entonces hay poco que negociar. Imagino que quieres decir freelance en lugar de en nómina.
No es por hacer leña del árbol caído, pero me he reído tanto que lo tengo que compartir con vosotros. El otro día hablaba de las impresentables «nuevas editoriales» que quieren colgar vuestros libros en plataformas digitales y llevarse una comisión, por si suena la flauta de que sois el próximo boom pseudoautoeditado. Pero ¿qué editor edita sin saber poner ni las tildes?
Hoy me he encontrado otro ejemplo más divertido todavía: Ediciones PuraTinta.
Tan descuidados son en su edición que ni siquiera han quitado el nombre de la otra nueva editorial a la que han copiado los contenidos: Ediciones SeiMas (deben de ser primas hermanas… o los de PuraTinta tienen mucho morro). Algunos de los errores de la web de PuraTinta ya vienen de SeiMas, por ejemplo mi favorito, el minino de ventas. ¡Miau!
Esta metedura de pata tiene gracia, pero otras claman al cielo: «Ediciones PuraTINTA, tiene como objetivo sacar a la luz artistas del mundo literario el cual no han tenido la oportunidad de enseñar su soltura con la pluma.» La frase es pedante y parece anunciar drag-queens en vez de editores, pero aparte de eso… ¡Concordancia, por favor! Y esa coma entre el sujeto y el verbo… Escalofríos me dan. Si queréis hacemos un concurso a ver quién encuentra más errores en una sola frase. ¡Tiempo!
Resumiendo: está bien que mováis vuestros textos, pero tened mucho cuidado en manos de quién los dejáis…
Vuelve el certamen de narrativa mejor pagado del mundo en euros por palabra, con un premio de 20 000 $ para microrrelatos de hasta 100 palabras.
Aquí tenéis las bases.
Además, si al rellenar el formulario de participación sois tan amables de introducir el código 5460 en el campo correspondiente, este taller y vuestro humilde servidor también podrían recibir un premio.
¡Buena suerte a todos!
Abre una nueva editorial y lo primero que veo en su página web son faltas de ortografía.
No es un caso aislado. Lee uno la reseña de cualquier libro autopublicado en Amazon y, las más de las veces, se encuentra que estos autores nunca han aprendido a colocar una coma en su sitio.
Cuando Alma Jenssen llega a La Bella, la plantación de tabaco más importante de la República Dominicana, propiedad de Cristóbal Ríos, el esposo de Delia, conoce a Hans McBride(,) el capataz de la finca.
Perderme en ti, María José Tirado (actual puesto 2 de ventas electrónicas en Amazon.es)
El famoso psiquiatra Salomón Lewin ha dejado su labor humanitaria en la India, para ocupar el puesto de psiquiatra jefe del Centro para Enfermedades Psicológicas de la Ciudad de Londres.
El Círculo, Mario Escobar (actual puesto 11 de ventas electrónicas en Amazon.es)
Y no sabe uno qué pensar. Hay que alegrarse de que existan nuevos canales y de que surjan iniciativas que apoyen a nuevos autores, pero cuando ni siquiera se cuidan los textos promocionales (ese puñado escaso de párrafos que son lo primero que la gente va a leer), ¿qué se puede esperar del contenido? ¿Seguimos dependiendo de las viejas estructuras (agentes, editores) para garantizar unos filtros mínimos de calidad y atención al detalle?
Me estaré quedando anticuado, pero estas cosas me parten el corazón un poco…
Joanita nos escribe:
Quiero hacerte una pregunta tonta de la que creo saber qué me vas a contestar, pero tal vez me sorprendas.
A ver si es verdad.
¿Qué hacer cuando tu mente te entorpece al escribir? Me refiero a cuando te llenas de prejuicios por esa vocecita que no te deja en paz. Me cuesta relajarme para escribir y cuando lo consigo, allá que está esa impertinente incordiando.
He hecho algunos juegos para cuando me quedo en blanco y he logrado resultados simpáticos. Tengo algunas ideas que no soy capaz de llevar al papel. ¿Qué puedo hacer con mis propios prejuicios? Para no perder mis ideas, las anoto, pero… ¡Buf! Estoy en una situación de quiero y no puedo. Creo que yo misma me provoco los bloqueos.
En fin, Álex, que no sé que hacer porque el cuerpo me pide escribir, pero la mente no responde. ¿Tienes algún consejito para mí?
¡Sugerencia número 1! Repasa la sesión 19 del podcast,La página en blanco.
¡Sugerencia número 2! Analiza con distancia y frialdad esas ideas que quieres y no puedes llevar al papel. ¿Qué problemas tienes? ¿Por qué se te atraviesan? ¿Es un personaje que no tiene chispa? ¿Hay dos escenas que no conectan? ¿O quizá hay problemas en la lógica de la trama? Da un paso atrás y ponle nombre a los problemas, porque solo así les podrás encontrar solución.
¡Sugerencia número 3! Recuerda las palabras de Phillip Pullman:
No creo en el bloqueo del escritor. Los fontaneros no sufren el bloqueo del fontanero. ¿Por qué tenemos que ser los escritores la única profesión que llama de una forma especial a la dificultad de trabajar?
¡Suerte!
Última consulta pendiente de Sergio Mora:
Para ir madurando, ¿sería conveniente una progresión de menos a más en cuanto a escribir primero microrrelatos, después relatos cortos, más adelante relatos algo más largos, etcétera, hasta llegar a la novela?
Más que para ganar experiencia, yo diría que ese proceso te puede ayudar a ganar confianza. Enfrentarte a una pieza corta te enseñará las dificultades del proceso, y concluirla te demostrará de lo que eres capaz.
Por el camino aprenderás cosas, claro: escribir un microrrelato te enseñará a ser claro y conciso; darle estructura a un relato te ayudará a darle estructura a una escena que forme parte de algo mayor.
Pero para adquirir esa confianza de la que hablaba, lo más importante es sentirte cómodo con lo que estás haciendo. Si quieres empezar directamente con una novela porque la historia que tienes en la cabeza es lo bastante larga, ¡adelante! Detenerte a hacer «ejercicios» podría acabar convirtiéndose en un bloqueo para tu vena creativa, en lugar de un incentivo.
Empieces por donde empieces, ya lo he dicho antes: a escribir se aprende escribiendo. Los guionistas profesionales suelen decir que uno no empieza a dominar el oficio hasta que ha escrito mil páginas. Mil páginas son unos diez largometrajes escritos y probablemente inrodados (cuando no inrodables). Ya lo dijo el poeta: ¡se hace camino al andar!