Leo hoy la siguiente cita:
No somos tan inteligentes como las personas piensan que somos. La inteligencia está en dejar el libro abierto para que el lector concluya lo que quiera.
Colum McCann
Me ha recordado a uno de los epigramas que componen el prefacio de la maravillosa El Retrato de Dorian Gray.
Es al espectador, y no la vida, a quien refleja realmente el arte.
Oscar Wilde
No son los únicos que opinan que el lector escribe tanto como el escritor.
El papel del escritor consiste en construir una habitación con grandes ventanales y dejar que el lector imagine. La página es un lugar de encuentro.
Kevin Crossley-Holland
Toda novela es una colaboración a partes iguales entre escritor y lector. Es el único lugar del mundo donde dos extraños pueden encontrarse en la más absoluta intimidad.
Paul Auster
¿Y tú, qué crees?
Me gusta mucho la primera cita. Los que empezamos a escribir, caemos en el error de querer cerrarlo todo, que no quede ningún resquicio, ni nada en el aire. Otro gran error que he estado cometiendo hasta hace poco es el de abusar de frases explicativas, la mayoría de ellas forzadas. Por ejemplo: Juan salió a la calle y se encontró con Pedro, el chico que regenta el bar donde Juan va a desayunar a diario desde hace más de 10 años. A consecuencia de esto, siempre que terminaba una página o un capítulo, al leerla y releerla no me… Leer más »
Desde luego los mejores libros son esos que van creciéndote dentro, que terminan formando parte de ti.
Lo más curioso de estas frases explicativas que menciona Lightray es que (como Perdidos) nunca lo explican todo. Siguiendo su ejemplo: si Pedro regenta el bar desde hace diez años, no será un «chico», será un hombre hecho y derecho. ¿O Juan desayuna en ese bar desde hace diez años pero Pedro lleva menos tiempo? Entonces, ¿qué le pasó al anterior dueño? Una pregunta lleva a otra pregunta, y nos alejamos del tema del que estábamos hablando: que Juan se encontró a un conocido. Ay, joss, ¡ojalá supiéramos cómo hacer que nuestros libros pasaran a formar parte de nuestros lectores!… Leer más »
Si existiera una fórmula matemática para escribir una novela que apasione a quien la lee, cualquiera sería escritor.
De todos modos, las novelas más vendidas, de éxito mundial, suelen ser las que menos me gustan, salvo excepciones, claro está.
Tienes mucha razón, y a mí me pasa igual, todos los bestsellers me decepcionan con rarísimas excepciones (sólo me viene a la cabeza el fantástico El Curioso Incidente del Perro a Medianoche de Mark Haddon, que ya recomendé hace tiempo).
A veces me pregunto si eso hace imposible que yo pueda escribir un superventas algún día, como si mi cerebro perteneciera a un universo distinto del mainstream… (Venga, Anita, dilo: «tengo un ego que…». No iba con esa intención.)