Música: Álex Hernández, Francisco Bravo y Ramón López
Letra: Álex Hernández
Violencia
A veces tus palabras se afilan como armas
y antes de darme cuenta soy la vaina en que las guardas.
Tus verbos se atropellan entre sílabas cargadas
de anárquicos acentos y oclusivas enfrentadas.
Diez mil peatones huyen con el rabo entre las patas.
La culpa nunca es mía pero siempre soy quien traga.
A veces tus palabras se afilan como armas
y antes de darme cuenta soy la vaina en que las guardas.
Nos suele suceder en tu máquina de acero.
Viajar en tal vehículo es incómodo y prometo que
de súbito me pienso si es más práctico lanzar
mi cuerpo fláccido entre el tráfico por no tener que soportar,
antes que soportar tu frío ártico y tus sádicos,
indómitos esdrújulos. No quiero ser tan trágico.
La víctima soy yo, aunque es el mundo
quien hace de tu voz una tormenta,
de tu lengua, un látigo de fuego,
de tus ojos, pozos secos de odio.
Lo aguantaré por ti, lo sufriré por ti,
aunque si esto eres tú quizás, quizás debía huir.
Debía huir de aquí, de esta violencia
que un día en mi contra volverás, quizás…
Y cuando llegue ese día
en que se tornen los vientos
volveré la vista atrás y no sabré por qué he esperado tanto tiempo.
La víctima soy yo, aunque es el mundo
quien hace de tu voz una tormenta,
quien hace de tus dientes afiladas guillotinas,
de tus labios, dos áridos paisajes.
Lo aguantaré por ti, lo sufriré por ti,
aunque si esto eres tú quizás, quizás debía huir.
Debía huir de aquí, de esta violencia
que un día en mi contra volverás, quizás… quizás…
Álex Hernández: voz, percusión, efectos, mezclas
Francisco Bravo: guitarra
Ramón López: bajo