Hoy toca consulta otra vez. Quizá otro día sigamos con nuestra serie «Excéntricos«, si os gusta.
Freddy Orea Lanz nos escribe desde Venezuela con este problema:
Estoy escribiendo mi primera novela y tengo definido todo y sé hacia donde voy y dónde quiero llegar, pero comienzo mostrando tres eventos (que luego se relacionan) que suceden en lugares distintos y quisiera que se pudiera notar cuándo hay un corte y entramos en otro escenario, sin usar esos lugares comunes como: «Mientras tanto en…» o «En ese mismo momento…». Por favor ayúdame, gracias.
Espera, que me voy a poner interesante para contestar.
Ya estoy listo. Querido oyente: la pregunta como es habitual sólo puedes responderla tú, pero vamos a hacer tormenta de ideas.
Lo primero que me viene a la cabeza es muy sencillo: escribe tres capítulos independientes, con cabecera numerada o con salto de página o con las dos cosas. A veces estas separaciones físicas, que mencioné hace poco en la sesión 23, son la solución más sencilla.
[…] texto texto texto de lo que le ocurre a Personaje A en el sitio X.
Nuevo párrafo con texto texto y acaba la historia de Personaje A.[resto de la página en blanco. Página siguiente:]
II
Empieza la historia de Personaje B en sitio Y, texto texto texto […]
Si los eventos son tan breves que no dan para un capítulo propio cada uno, la separación puede ser tan sencilla como un doble salto de línea. Dejas una pequeña separación entre el último párrafo de una escena y el primer párrafo de la siguiente y ya está.
[…] texto texto texto de lo que le ocurre a Personaje A en el sitio X.
Nuevo párrafo con texto texto y acaba la historia de Personaje A.Empieza la historia de Personaje B en sitio Y, texto texto texto […]
Si estas sugerencias estructurales no te sirven, tenemos que meterle mano al texto. Hazte preguntas. ¿Realmente necesito que las tres acciones se presenten al principio, o puedo irlas contando más tarde, cuando resulten relevantes? ¿Podría quizá relacionar las tres escenas de alguna manera, o relacionar las dos más interesantes y dejar una tercera para más tarde? Estos tres eventos son el inicio de la novela, ¿son un arranque lo bastante fuerte? ¿Los tres? Cuando haya atrapado la atención del lector, ¿la perderé al cambiar de localización? ¿Debería narrarlos de la forma más breve posible, a modo de anécdotas introductorias? ¿Podrían formar un prólogo en tres partes? ¿O debería idear una voz narrativa que, a lo Amèlie, relacione los tres eventos no a través de los propios hechos, sino de la mirada que los filtra?
Quizá necesites escribir completamente varias de estas posibilidades para ver qué tal funcionan. La respuesta final, amigo escritor, sólo puedes encontrarla tú.