Series

En el taller he hablado con frecuencia de la potencia que han cobrado en la última década las series de televisión como formato narrativo. No he descubierto la pólvora. El tema lo cubre de manera soberbia un extenso reportaje publicado en El País hace unas semanas y al que tengo poco que añadir.

Sí quiero animar, en cambio, a quienes aún no se hayan aficionado a esta nueva corriente a sumar las series a sus hobbies, sobre todo si es en sustitución de la aburrida televisión convencional y el absolutamente vacío zapeo. ¿Por dónde empezar? El artículo mencionado hace un buen repaso de las mejores series del momento, entre las que destacan por méritos propios las de HBO (Roma, Los Soprano, A Dos Metros Bajo Tierra, Sexo en Nueva York, Carnivàle, y la primera de todas, aún imbatida en su género: Fraggle Rock). La elección personal de cada uno debe depender de factores personales, empezando por los gustos (HBO para adultos, Fox para jóvenes tirando a frikis, etc.), cubriendo géneros (¿qué tal ir viendo una comedia y un drama paralelamente?), dependiendo de idiomas (¿disponibilidad de doblaje o preferencia por los subtítulos?) y teniendo en cuenta la disponibilidad de tiempo a largo plazo (series de 5 a 10 temporadas frente a miniseries de pocos capítulos) y también a corto (las duraciones por episodio oscilan entre los 22 minutos y la hora y pico).

La ventaja es que internet en general y la vaguedad de la actual legislación española en particular nos permiten descargar las series para disfrutarlas a cualquier hora. Aparte del archiconocido eMule, existen innumerables recursos, entre los que recomendaría el blog Espoiler o el buscador Taringa, por citar sólo un par. Si la facilidad te parece poca, ahora también te puedes llevar las series puestas en el iPod, iPhone o móvil de última generación, para verlas donde te dé la gana, gracias a webs como esta.

Mis recomendaciones podrían no acabar nunca, pero mis imprescindibles serían: Perdidos, que a pesar de los altibajos mantiene un nivel de intriga y una densidad de trama endiablados; Mujeres Desesperadas, que combina delicadamente humor y drama en una de las series más artificiales y humanas que se hayan visto; la poco conocida Carnivále, capaz de desbancar de su trono a la intocable Twin Peaks; y The IT Crowd, pura comedia del siglo XXI concentrada. Por supuesto, habría que salpimentar el cóctel con algunos episodios sueltos de Friends, Futurama, Los Simpson (pero quién no ha visto ya todas estas), House o Sexo en Nueva York, para ver lo que se cuece, y quizá la primera temporada de 24, aunque lo importante sin duda es husmear y elegir personalmente nuestras favoritas. El mar está lleno de peces, señoras y caballeros, y en sus profundidades se esconden innumerables tesoros. Pasen y vean.

De compras:
A Dos Metros Bajo Tierra: pack con la serie completa (5 temporadas)
Carnivàle: temporadas uno y dos (inglés)
Fraggle Rock: serie completa (inglés región 1 por desgracia)
Friends: pack con las diez temporadas
Futurama: pack con las cuatro temporadas
House: pack con las temporadas uno, dos, tres (incluye libro) y cuatro (va por la quinta)
Los Simpson: temporadas uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once
Los Soprano: pack con la serie completa (6 temporadas)
Mujeres Desesperadas: temporadas uno, dos, tres y cuatro (va por la quinta)
Perdidos (Lost): temporadas uno, dos, tres y cuatro (va por la quinta de seis)
Roma: temporadas uno y dos
Sexo en Nueva York: pack con la serie completa (6 temporadas)
The IT Crowd: pack con las temporadas 1-3 (inglés)
Twin Peaks: pack con la serie completa
24: pack con las temporadas 1-6 (va por la séptima)

La hortogarfiá

Escudo RAE
Escudo RAE

Más de uno se habrá arañado los ojos al ver el titular. No es para menos. A la mayoría de los lectores con un poco de experiencia en tan gratificante tarea, las faltas de ortografía les saltan a la cara como gatos rabiosos en noche de luna llena. En cambio, a otros no. Odio generalizar, pero generalmente son menores de 25 y han pasado diez veces más tiempo con las manos en un teclado que sujetando un libro.

No voy a alzar aquí una voz apocalíptica para alertar de los peligros de internet: la red, como todo, tiene sus defectos. Tampoco pretendo reavivar el debate sobre la conveniencia de abolir las reglas ortográficas. Quizá sería buena idea si se hiciera… pero la cuestión es que no se ha hecho. Hoy por hoy, escribir con faltas de ortografía sigue siendo a todas luces un signo de dejadez e ignorancia.

Esto puede parecer una perogrullada, pero basta darse un paseo por cualquier foro (incluido el nuestro) o leer unos cuantos textos de autores aficionados para darse cuenta de cómo anda el patio. Cometer uno o dos errores en un foro se comprende como fruto no sólo de la rapidez, sino también de la relativa intranscendencia de lo escrito. Cometer uno o dos por línea en un texto literario que haces público, ya sea colgándolo en una web, pasándoselo a un amigo o enviándolo a un certamen (sic), suele ser razón suficiente para ignorarlo en cualquiera de los tres casos.

Por suerte para todos, este problema tiene varias soluciones. La más placentera de ellas, por supuesto, es leer, y no, no basta con leer foros. Ni blogs, ya que estamos. Y al paso que va el periodismo, también evitaría los periódicos y revistas (al menos, si nuestro objetivo es acostumbrarnos a ver textos bien escritos). Aun así, como deberes, no son muy desagradables, ¿no?

Además, aunque resulte un poco más árido, creo que todos los aprendices de escritor deberíamos leer por lo menos una vez la Ortografía de la Lengua Española y así repasar lo que ya deberíamos saber. Por supuesto, una vez metidos en el ajo y en caso de duda, la web de la RAE nos ofrece dos buscadores inestimables: el Diccionario de la Lengua Española (que nos permite comprobar entre otras cosas si una palabra existe o no, su ortografía, y si le estamos dando un uso correcto) y el Diccionario Panhispánico de Dudas (que nos permite saber si una palabra tiene diversos significados en diversas áreas del español, o si se escribe de distintas maneras para diferentes usos).

y haber sinó vuelbe a psaar!!!1