Estrenamos un nuevo recurso del taller, las entrevistas. Y lo hacemos charlando con Sebas Martín, guionista y dibujante de cómics. Entre sus trabajos destacan «Historias de Sitges», «Kamasutra gay» y la trilogía formada por «Estoy en ello«, «Aún estoy en ello» y «Los chulos pasan«. Ediciones La Cúpula publica este mes de octubre su última novela gráfica «Ideas de Bombero».
Sebas se prestó a compartir con nosotros sus conocimientos sobre guión, y la entrevista es tan extensa y jugosa que nos va a dar material para toda la semana. ¡Empezamos!
Álex Hernández: Antes de entrar en materia, aclaremos términos. «Algún Relaciones Públicas ha decidido que ahora los comics se tienen que llamar novela gráfica», Alan Moore dixit. ¿A ti qué término te gusta más?
Sebas Martín: Hay un gran desconocimiento del lenguaje del cómic y sus formatos. La novela gráfica es un formato concreto, de entre 100 y 200 páginas, que suele ser en blanco y negro, de tamaño parecido a un libro o una novela grande. Lo que vemos por las librerías, a color, tamaño superior a DIN A4, portada dura, a todo color y entre 40 y 60 páginas es un álbum de cómics. Pero parece que ahora el termino novela gráfica es más cool, más intelectual, como que dignifica más al medio.
Sí, parece que por llamarle «novela» se transforme de repente en «literatura».
Yo hago cómic en general, pero el formato en el que me expreso y defiendo mejor el la novela gráfica.
Sueles crear tanto el guión como los dibujos. ¿Cómo organizas el trabajo?
Me gusta viñetar mis propias historias, pero no dibujo nada hasta no haber acabado el guión de la novela gráfica COMPLETAMENTE.
¿No haces a veces sólo una mitad del proceso?
Sí, también hago guiones para otros dibujantes. Pero no dibujo cosas que no haya guionizado yo. Lo hice un par de veces y no me acabó de convencer la experiencia.
¿Qué problema tuviste?
Me costaba darle alma e imagen a personajes y situaciones que no eran mías. Para mí, como autor, el cómic es algo muy personal. Como lector es otra cosa, soy más omnívoro. Pero me costaba identificarme durante más de 50 páginas con una historia y una forma de ver las cosas que no eran las mías. Creo que no soy un dibujante que escribe sino un escritor que dibuja.
¿Y qué pasa si eres un escritor que no dibuja, pero quieres hacer cómics? ¿Hay mercado en España para la figura del guionista?
Bueno, si no tienes intención de ganarte la vida sólo con ello, adelante. De hecho, el problema de más del 70% de los dibujantes de cómics es que tienen muy verde la parte del guión. Tener un guionista a su lado les puede salvar la papeleta. De hecho, tenemos a excelentes guionistas que no saben dibujar una línea (Raulé, Josep Maria Polls, Xavier Domenech, Tony Guiral…). Pero a la hora de repartir ganancias, es ruinoso.
¿Ruinoso por qué? ¿Cómo son los repartos habitualmente?
Se gana poquísimo. Nadie vive del cómic en España si sólo publica aquí. Piensa además que el guionista, en el mejor de los casos (y eso es poco corriente) se lleva un máximo del 40%. Lo normal es 70 dibujante, 30 guionista.
Y eso si no hay colorista u otros, ¿no?
Y tanto. Si añadimos color o en el caso de las “majors” americanas que uno hace los lápices, otro entinta, otro colorea, otro rotula… imagínate. Aquí eso suena a ciencia ficción.
(continúa)
Me ha sorprendido lo que comenta Sebas sobre la novela gráfica y el comic. Yo creía que había una diferencia clara entre ambos formatos. Recuerdo las novelas gráficas como novelas con ilustraciones, es decir, una página de texto seguida de una ilustración; si el texto narraba una batalla campal, en la página siguiente, el artista ilustraba dicha batalla. Al menos así eran las novelas gráficas que leía cuando era más joven. Y los comics consistían en un conjunto de viñetas de mayor o menor tamaño, con sus globos de texto y sus cartuchos para la voz en off.
Lo que tú dices suena más a «novela ilustrada», ¿no?
Se ve que a alguien le pareció que llamar «cómic» a tomazos como «Watchmen» era menospreciarlos, y de ahí viene lo de «novela gráfica».
Y aunque no venga al caso, de repente me vienen a la cabeza las fotonovelas, ¿las recordáis? ¡Qué cosa más kitsch! ;DDD
¿Y cuando los comics se llamaban tebeos?
Recuerdo las fotonovelas que venían en la revista «Pronto». Mi madre la compraba, yo tendría unos 5 o 6 años.
tus dibujos son excelente y la senxualidad que brotan mucho mas espero sigamos viendo de tu arte muchoas para el futuro