Animal Crossing: New Horizons – Las críticas alaban la localización

Después de una larga espera, esta semana se publica Animal Crossing: New Horizons para Nintendo Switch.

La crítica se ha deshecho en elogios y la prensa española no se ha olvidado de encomiar el arduo trabajo de localización que implica un juego tan grande. Han sido muchos meses de trabajo y he estado al cargo de un equipo amplio y brillante que lo ha dado todo para hacer vuestra estancia en la isla lo más divertida posible.

¡Espero que lo disfrutéis, sí, sí!

… «la excelente localización del videojuego. No hablamos solo de la traducción, sino de la localización. En España, es un videojuego que te habla en castellano. Frases hechas, chascarrillos, dejes, acentos forzados… “Muyayo” es solo el principio de un vocabulario de lo más cercano y familiar que nos podíamos imaginar. New Horizons pone en entredicho cuál es el videojuego en castellano mejor localizado de los últimos años no solo en Nintendo sino en general. Es sorprendente.» (Meristation)

«Es un videojuego cuidado, no cabe duda. Su localización al español es sólo un ejemplo más de los detalles que se pueden encontrar y de su brillante ejecución.» (3Djuegos)

«Mención especial para la traducción del juego, que sigue siendo uno de los aspectos más notables. Los animales no “hablan”, pero emiten un curioso ¿gorjeo? ¿ronroneo? que se traduce en frases muy divertidas y con rimas -tan malas que son buenas- con cada captura. En general el trabajo de Nintendo con la localización de sus juegos es sobresaliente, pero es que Animal Crossing les permite lucirse.» (HobbyConsolas)

«Para terminar, nos gustaría aplaudir el impecable trabajo de traducción que se ha realizado, el principal culpable de muchas de las carcajadas que nos hemos echado al leer las cosas que nos decían nuestros vecinos.» (Vandal)

Frank McCourt

Frank McCourt
Frank McCourt

Frank McCourt escribió tres novelas antes de fallecer.

La primera,  Las Cenizas de Ángela, narra su miserable infancia en los barrios pobres de Limmerick, la represión de su educación católica y su lucha por alcanzar el sueño de emigrar a América. Ganó el Premio Pulitzer y es una delicia (hace poco os contaba cómo la adquirí).

La segunda, Lo Es, narra su llegada a Nueva York, sus primeros empleos, la búsqueda de piso y de un lugar en el mundo, del amor, de una profesión respetable. Intenta repetir la fórmula pero carece de chispa y se queda en terreno de nadie.

La tercera y última, El Profesor, cuenta sus experiencias como maestro de inglés de secundaria y, en sus últimos años, también de escritura creativa. Le falta rumbo tanto a la novela como al personaje, pero ambos lo van encontrando hacia el final, y precisamente el último tercio, centrado en sus clases de escritura creativa, es el más intenso de los dos últimos libros.

Tanto la obra de McCourt como sus consejos son perfecto reflejo de la filosofía de Brenda Ueland en Si Quieres Escribir, y un contraste perfecto con las historias de premisas megalomaníacas de las que hablábamos la semana pasada. y todo lo que hemos dicho en el podcast sobre la propia experiencia y los aspectos autobiográficos. Por eso vamos a dedicarle la semana que viene de forma monográfica, de lunes a viernes, comentando diversos aspectos de su obra a través de varios fragmentos.

En las montañas de la locura

Guillermo del Toro abandonó «El Hobbit» y ya sabemos por qué: el próximo año va a rodar «En las montañas de la locura», de la mano nada menos que de James Cameron asesorándole sobre el 3D. Gran fan de Lovecraft, del Toro no parecía encontrar financiación para su proyecto soñado porque, según sus propias palabras (aunque cito de memoria), «la insignificancia del ser humano frente a los horrores cósmicos no es tema que venda muchas palomitas».

O quizá sí.

Una versión temprana (sin fechar) del guión lleva tiempo rondando por internet, y aunque en sitios como ScriptShadow se vieron obligados a retirar tanto la crítica (bastante positiva) como el enlace, el PDF sigue circulando por ahí. Por fin lo he podido leer este fin de semana.

Escrito a cuatro manos con Matthew Robbins (Don’t  Be Afraid of the Dark, Mimic), el texto contiene una película de aventuras al mismo tiempo clásica y moderna: clásica en su amor hacia el misterio de lo desconocido, y moderna por el ritmo inquebrantable que mantiene al lector (futuro espectador) siempre en vilo. El texto destila amor no sólo por Lovecraft sino por Poe y toda la literatura de terror y ciencia-ficción de hace un siglo.

En el lado negativo, el guión carece de personajes reseñables, lo que quizá sea su mayor defecto, como mencionaban en ScriptShadow. Y ciertos intentos de humanizarlos (como la fugaz esposa de Dyers o la preocupación de Gedney por su hermano Pip) se ven venir desde muy lejos y no tienen mayor relevancia en la trama. Seguramente en un afán por recortar páginas (=recortar gastos, =convencer inversores), ciertas informaciones se dan de formas forzadas y los auténticos temas se verbalizan para mejor comprensión del menor común denominador intelectual. La lectura me recordó al visionado de «Hellboy 2»: imaginación riquísima y narrativa un tanto pobre.

Sabemos que la parte visual no va a desmerecer: a pesar de las brevísimas descripciones (toda una lección), contamos con que del Toro y Cameron sacarán mucha riqueza del relato original. Sólo nos queda esperar que las carencias del guión se solucionen en revisiones posteriores. Defectos o no, yo estoy impacientísimo.

Como despedida, una sugerencia para la banda sonora, tanto para Del Toro como para quienes leáis el guión: el susurro antártico de la música de Max Richter.

Criticar por criticar

Hermoso artículo el de Daniel Castro hoy en Bloguionistas: «Debilidades«. Os lo recomiendo.

Scene & Structure

Scene & Structure, de Jack M. Bickham, en la serie Elements of Fiction Writing
Scene & Structure, de Jack M. Bickham, en la serie Elements of Fiction Writing

La gran habilidad del señor Bickham para abstraer los procesos lógicos de causa-efecto y convertirlos en teorías para la creación literaria sólo es comparable a su enorme torpeza para ponerlas en práctica.

Ya he hablado alguna vez en el podcast (por primera vez en el 19, si mal no recuerdo) del proceso de convertir lo inconsciente en consciente, para así realizar con precisión (con premeditación) actos que normalmente haríamos mecánicamente. En parte eso es lo que hace Bickham en este volumen, y en sus primeros apartados lo logra con relativa destreza. Analiza las relaciones de causa y efecto en los acontecimientos, y cómo a su vez los acontecimientos nos afectan como personas (como personajes) provocando en nosotros determinadas respuestas que generan nuevas acciones.

Así, la mayoría de las enseñanzas de este libro son de sentido común, pero es acertado pararnos a examinar esos procesos que son los que hacen que la trama de una historia se mueva hacia delante, generando reacciones en cadena.

Los problemas comienzan cuando el autor comienza a crear pautas fijas que pretende aplicar universalmente a todos los casos. Subdivide los procesos psicológicos en secuencias (emoción, razonamiento, decisión y acción) que luego sus propios ejemplos son incapaces de mostrar. Porque, como se suele decir, del dicho al hecho hay un trecho, y lo que en teoría suena perfectamente lógico y coherente, en la realidad de la complejidad humana suele resultar mucho más esquivo.

El autor intenta ir demasiado lejos en su matematización de la literatura (y perdonadme el palabro), pretendiendo privar a la creación de cualquier componente intuitivo y relegándola al seguimiento de una serie de fórmulas.

La prueba del fracaso de sus teorías está en esos torpes ejemplos que he citado antes, tomados en su mayoría de  sus propias obras, y en el resto de casos de autores que me son totalmente desconocidos, pero que adivino medianamente conocidos dentro de algún sub-genero comercial: la novela rosa, por ejemplo, o quizá la negra. En efecto, es quizá en esos mercados donde únicamente tengan validez algunas de sus enseñanzas: entre aquellos que quieren encontrar una fórmula para vender sus obras a lectores que devoran novelas clónicas con el único criterio del estante del centro comercial en que están colocadas. Si quieres hacer dinero en Estados Unidos escribiendo narrativa de género, este es tu libro. Para el resto de nosotros, hay poco que aprender aquí.

Plot

PlotAprovechando una gripe he acabado un libro de la serie Elements of Fiction Writing que llevaba ya tiempo dando vueltas por mi mesilla de noche: Plot, de Ansen Dibell. Las razones del retraso se han hecho evidentes conforme avanzaba hacia los capítulos finales: aunque la introducción al concepto de trama es magistral, la autora demuestra no tener demasiado que añadir conforme avanza el volumen.

Lógicamente la trama depende en gran medida de la historia que uno esté contando, por lo que desarrollar un volumen completo que trate sobre sus aspectos teóricos no es tarea fácil. El resultado es una colección de vaguedades y consejos genéricos que sólo servirán de ayuda a quienes estén leyendo sus primeros textos sobre creación literaria. A los demás, el contenido les sonará o bien a ya sabido, o bien a demasiado poco concreto.

Como he dicho, hay que volver a los primeros capítulos para encontrar apuntes de interés. Dibell define trama como «aquello que los personajes hacen, sienten, piensan o dicen y que marca los acontecimientos posteriores». O en otras palabras, es toda aquella «causa que tiene efectos significativos».

Si domináis el inglés y tenéis la oportunidad de echarle un vistazo al libro, encontraréis puntos de interés. Pero no le pidáis demasiado.

Un prólogo a lo nuevo de Allende

La Isla Bajo el MarA través de Bloguzz recibo un adelanto de la nueva novela de Isabel Allende, «La Isla Bajo el Mar», que cuenta (según rezan los textos promocionales) «la azarosa historia de una esclava en el Santo Domingo del siglo XVIII». No siendo fan de la autora (no habiendo leído, de hecho, más que fragmentos sueltos), y no teniendo particular interés ni en las esclavas ni en Santo Domingo ni en el siglo XVIII, me encuentro un tanto escéptico cuando me siento en el sofá a leer el libreto que contiene, al parecer, lo que serán el prólogo y los tres primeros capítulos de la novela.

Conforme avanzo, todas mis expectativas se cumplen. Allende tiene oficio, pero también vicios. Casi 30 años de best-sellers le dan libertades que otros autores no pueden tomarse. La historia comienza despacio, y en ninguno de los tres capítulos se menciona siquiera a la que se supone protagonista de la novela (aunque esto podría ser un fallo de promoción, y no de la autora). Su prosa es precisa aunque un tanto edulcorada, con excesiva tendencia a las oraciones de al menos tres líneas. Entre tanto amago de poesía, tan pronto se le escapa un tópico como una imagen realmente singular, de las que gusta paladear y brillan como gemas entre la arena del resto de la página. Así, con luces y sombras, la historia crece lentamente personaje a personaje y se atisban ya los primeros conflictos (el militar y el terrateniente encaprichados de la misma cortesana), generando unas expectativas que Allende, sin duda, sabrá satisfacer.

En definitiva, «La Isla Bajo el Mar» ofrece lo que se puede esperar de un best-seller contemporáneo escrito por una mujer: ambientación de época, mujeres fuertes, hombres enamorados, clases altas y bajas, un título pomposo y un estilo siempre un punto por debajo de lo cursi. El público de Allende no va a crecer con esta novela, pero tampoco va a disminuir.