Un minino de ventas

No es por hacer leña del árbol caído, pero me he reído tanto que lo tengo que compartir con vosotros. El otro día hablaba de las impresentables «nuevas editoriales» que quieren colgar vuestros libros en plataformas digitales y llevarse una comisión, por si suena la flauta de que sois el próximo boom pseudoautoeditado. Pero ¿qué editor edita sin saber poner ni las tildes?

Hoy me he encontrado otro ejemplo más divertido todavía: Ediciones PuraTinta.

Tan descuidados son en su edición que ni siquiera han quitado el nombre de la otra nueva editorial a la que han copiado los contenidos: Ediciones SeiMas (deben de ser primas hermanas… o los de PuraTinta tienen mucho morro). Algunos de los errores de la web de PuraTinta ya vienen de SeiMas, por ejemplo mi favorito, el minino de ventas. ¡Miau!

Esta metedura de pata tiene gracia, pero otras claman al cielo: «Ediciones PuraTINTA, tiene como objetivo sacar a la luz artistas del mundo literario el cual no han tenido la oportunidad de enseñar su soltura con la pluma.» La frase es pedante y parece anunciar drag-queens en vez de editores, pero aparte de eso… ¡Concordancia, por favor! Y esa coma entre el sujeto y el verbo… Escalofríos me dan. Si queréis hacemos un concurso a ver quién encuentra más errores en una sola frase. ¡Tiempo!

Resumiendo: está bien que mováis vuestros textos, pero tened mucho cuidado en manos de quién los dejáis…

Desventuras de una autora autoeditada

Os recomiendo dedicarle unos minutos a leer este enlace:

http://mercedespinto.wordpress.com/2014/04/12/captados-en-amazon-esclavos-de-la-pluma/

Aporta un punto de vista interesante al tan manido tema de la autoedición y la búsqueda de editorial.

Preguntas frecuentes sobre el ISBN

Información extraída de la Wikipedia, la Agencia del ISBN y su documento sobre publicaciones electrónicas. Os recomiendo acudir a estas últimas fuentes para tener la información completa.

¿Qué es el ISBN y para qué sirve?

Son las siglas de International Standard Book Number. Es un identificador único para libros, previsto para uso comercial (no se aplica a publicaciones gratuitas). Son como el equivalente a un «código de barras» que identifica la publicación a nivel internacional y facilita su catalogación y posterior localización.

¿Qué otros usos tiene?

Pocos o ninguno. No es necesario para obtener el Depósito Legal. No protege tus derechos de autor. No es una garantía de la calidad del texto o la veracidad de los contenidos.

¿Cuánto cuesta?

La solicitud ha dejado de ser gratuita hace escasos días. Aquí puedes ver las tarifas para 2011 y para 2012.

¿Es obligatorio?

No.

¿El mismo ISBN identifica siempre al mismo libro?

No exactamente. Cada ISBN identifica una edición de tu libro. Así, habrá un ISBN para la edición en pasta dura, otro para la edición de bolsillo y otro para la edición electrónica. Es más, si la obra se comercializa en diversos formatos electrónicos, cada uno tendrá su propio código (uno para el PDF, otro para el ePub, otro para el formato Kindle de Amazon, etc.). Si una reedición incluye cambios significativos en el texto, deberá identificarse como «Edición revisada» y tendrá también un nuevo ISBN. En canbio, el ISBN no se modifica con sucesivas reimpresiones, cambios de precio, etc.

¿Y tú qué opinas?

El ISBN tiene sentido si una edición de tu libro se va a distribuir por diversos canales. De esa forma, será posible localizarlo en librerías de segunda mano aun cuando la edición se haya agotado, por ejemplo. El comprador también podrá saber si el ePub que se está bajando de iTunes es el mismo que ya compró en alguna otra plataforma.

En cambio, si solo vas a imprimir cincuenta copias en la imprenta de la esquina para repartirlas a los amigos, o si vas a colgarlo en Amazon que tiene un formato propio incompatible con otras plataformas, no veo la necesidad de catalogarlo a nivel internacional. Pero quizá sea cuestión de opiniones… ¿Tú qué piensas?

Si tenéis otras preguntas, enviadlas en los comentarios o a través del formulario de contacto y las iré añadiendo aquí.

Promoción de lanzamiento

Martes y 13 es un día de buena suerte. La vida pese a todo ha entrado en la lista de los 100 más vendidos de Amazon y, para celebrarlo, hoy cuesta cero euros, cero dólares, cero libras.

¡Elige tu tienda Amazon favorita y descárga la novela gratis!

Recuerda que si no dispones de un lector Kindle, puedes leer los libros electrónicos de Amazon con sus aplicaciones gratuitas para PC, Mac, iPhone, iPad y Android.

A partir de mañana, la novela recuperará su precio habitual, que es otro regalo: solo cuesta 2,60 €.

Publicar para Kindle

Portada de La ReformaLa tienda de libros electrónicos por excelencia es hoy día y a nivel mundial Amazon. Su lector Kindle es el más vendido, el que más se ve en buses, trenes, aviones y playas, también el que dispone de la biblioteca más grande y las cifras de venta más suculentas, y en todo ello está a gran distancia de sus competidores. Sin duda, es una opción más que tentadora para autopublicarse. Por si fuera poco, tus lectores ni siquiera necesitan poseer un Kindle para acceder a tus obras ya que existen aplicaciones gratuitas que permiten leer formatos Kindle en ordenadores Windows y Mac, dispositivos Android, teléfonos iPhone y tabletas iPad (Amazon.com ofrece además aplicaciones para Windows Phone 7 y BlackBerry).

Hace unos meses logré publicar La Reforma Incompleta en las tiendas Amazon de Alemania, Reino Unido y Estados Unidos, así, por separado, porque hasta ahora, la tienda con la que tuvieras asociado tu lector Kindle limitaba la variedad de títulos disponible, y yo quería que mi título estuviera disponible en todas partes. Sin embargo, lo primero que he aprendido mientras preparaba este artículo es que esas barreras han desaparecido. Pretendía subir la misma obra a la nueva tienda Kindle de Amazon.es, para iros contando el proceso, pero veo que ya está disponible. ¡Aquí las cosas son más fáciles que en la iBookstore de Apple! Vamos enconces a subir algo nuevo, ¡mi primera autopublicación, una novela inédita! Se titula La vida pese a todo. Lo hago solo por vosotros, ¿eh?

Por supuesto, lo primero es estar registrado en Amazon. Con ese nombre de usuario podemos entrar en Kindle Direct Publishing (disponible en español, al parecer, desde hace tan solo una semana). La primera vez tendremos que registrar nuestros datos personales. Ya pasé por este proceso hace tiempo así que no recuerdo los detalles, pero no debió de ser muy complicado.

Lo más importante es introducir los datos de cobro para recibir nuestros royalties. Podemos elegir el pago mediante cheque o transferencia bancaria, lo cual se hace por separado para cada tienda. Amazon.com solo realiza transferencias a bancos en Estados Unidos, así que la mayoría de nosotros tendremos que elegir el pago por cheque. Para el resto de tiendas (UK, DE, ES, FR, IT) podemos introducir el código internacional de nuestra cuenta bancaria (IBAN + BIC) para recibir los ingresos en transferencias mínimas de 10 euros.

Por fin, podemos pinchar en «Biblioteca», donde podremos comenzar nuestras publicaciones. Pinchamos en «Añadir un nuevo título» y se nos pedirán todos sus datos: título, descripción (sinopsis, premios recibidos o cualquier otra información de interés para el comprador), idioma, categorías y etiquetas (tags). Además, por supuesto, tendremos que subir nuestro libro y, si la tenemos, nuestra portada. El libro debe estar en formato DOC de Word, sin paginación, encabezados o pies de página, pero somos libres de usar centrado, cursivas, negrita, etc. Un botón te permitirá previsualizar cómo se verá tu texto en un Kindle. Asegúrate de que no haya saltos de línea extraños u otros problemas de formato. Aun así, no te preocupes demasiado por que todo quede perfecto porque, si más tarde no te convence cómo queda algo en la web, siempre puedes volver a tu Biblioteca a cambiarlo.

Donde Apple nos requería un sinfín de parafernalia legal, Amazon simplifica tanto el proceso que hasta el ISBN es opcional. Para quien quiera saber más, os prepararé un entrada sobre el ISBN, aunque ya adelanto que no lo veo necesario para publicar en Amazon.

También hay una opción llamada KDP Select. Si decides unir tu obra a este programa de préstamo, te comprometes a ofrecerla en exclusiva para Kindle durante 90 días. A cambio, tu título entrará a formar parte de una biblioteca de préstamo de la que nunca había oído hablar (esto habrá que investigarlo) y podrás promocionarlo gratuitamente durante 5 de esos 90 días (esto habrá que probarlo). Doy de alta en el programa KDP Select tanto La vida pese a todo como los textos inglés y español de La Reforma. Si pasa algo interesante, ya os contaré.

Le damos a «Guardar y continuar». En la segunda página elegimos en qué lugares del mundo ofrecer nuestra obra. Si tienes contratos con agentes o editoriales para distribución en tal o cual país, tendrás que excluir esas regiones de tu selección. De lo contrario podemos directamente autoeditarnos en «todo el mundo». ¿A que suena genial?

A continuación, fijamos los precios. Esto tiene truco. Amazon quiere garantizarse un ingreso mínimo por venta. Así, no permiten un precio inferior a 0,99 $ (no podemos regalar nuestras obras, aunque creo que podemos hacerlo durante esos 5 días mediante el programa KDP Select). Entre 0,99 y 2,98 $, te ofrecen un 35% de los royalties. Es solo a partir de 2,99 $ cuando Amazon te ofrece el afamado 70% del precio de venta. Al precio que tú decidas se sumarán los impuestos correspondientes a cada territorio (en el caso de Europa, el IVA de cada país).

Por último puedes elegir si tu libro estará disponible para préstamo, aunque me temo que es indiferente porque no creo que haya muchos propietarios de un Kindle que estén usando esta opción, ya que es relativamente nueva. Amazon la implantó para quitarse el sambenito de que los libros digitales deben costar menos porque no se pueden prestar. Pues ya sí. Si tú quieres.

¡Y se acabó! No sé para qué os he acompañado durante todo el proceso cuando es sencillísimo y, lo mejor, está todo en castellano. Pinchamos en «Guardar y publicar» y listo. Eso sí, hay que esperar un poco. El libro queda «en revisión». En mi experiencia, tardan un par de días, y en efecto, ya tenéis en todas las tiendas Amazon La vida pese a  todo. ¡Espero que os guste!

Publicar en iBookStore, misión imposible

Llevo unas horas peleándome con la iBookStore a ver si consigo publicar algo. Leo los requisitos en varios blogs: se necesita solicitar un ISBN, convertir el texto al formato ePub y subirlo a la Apple Store. Los primeros dos pasos parecen factibles. Del ISBN hablaré estos días, aunque os dejo caer ya que el proceso, que venía siendo gratuito, empezará a cobrarse a partir de este mes de diciembre. Convertir un documento a ePub es fácil con el programa Calibre, disponible para la mayoría de plataformas. Pero la Apple Store se me resiste. Si alguien ha tenido éxito, que nos cuente su experiencia, pero aquí va mi desalentadora historia.

Primero necesito una Apple ID: ningún problema, es como registrarse en cualquier página web.

Luego necesito entrar a iTunes Connect, que es donde, al parecer, se esconde la herramienta para subir tus libros a la tienda de Apple (herramienta solo disponible para Mac, dicho sea de paso). Primer problema: para registrarme en iTunes Connect me exigen un U.S. Tax ID expedido por la IRS (Internal Revenue Service, o sea, Hacienda), lo que sería el equivalente estadounidense a un Código de Identificación Fiscal (CIF). En teoría, lo puede solicitar cualquiera. En la práctica, no encuentro manera.

Investigo. La web de la IRS ofrece la solicitud online de un EIN (Employer Identification Number), pero no para extranjeros, porque requiere Social Security Number (SSN, número de la seguridad social) o un Individual Taxpayer Identification Number (ITIN, algo así como «código de contribuyente»). El primero no parece que se pueda conseguir sin trabajar en Estados Unidos, y el segundo parece que sí se puede solicitar desde el extranjero, pero no online.

¿Me vais siguiendo? Porque yo, a estas alturas, ya me he rendido. Después del despliegue mediático que a principios de octubre nos prometía que la iBook Store de Apple abría sus puertas a los autores independientes en España, esta experiencia es, no ya un jarro, es una palangana entera de agua fría.

El reducido catálogo, que tan mala fama le ha dado, al fin tiene explicación

¡Ah, pero hay agregadores de contenidos! Son empresas que hacen el papeleo por ti, suben tu libro a multitud de tiendas y se quedan una pequeña comisión. Apple ofrece dos, vamos a probarlos. Visito la web del primero y solo encuentro un formulario que parece destinado a editores más que a autores. Lo relleno a ver qué pasa. Veinticuatro horas después no he recibido ni un triste acuse de recibo. Ya os avisaré si hay novedades. (Actualización: en efecto a los pocos días recibo una denegación de mi solicitud, que explica que solo sirven a editoriales).

La segunda web incluye un sucinto resumen de sus funciones y exige que les envíes tu obra en ePub junto con tus datos si quieres recibir más información. Quizá sea un poco abusar, pero imagino que así filtran a los curiosos y se quedan solo con gente que realmente tiene algo escrito. Convierto La Reforma Incompleta a ePub (como ya está publicada, me da menos reparo mandarla a desconocidos) y me registro. Recibo un email:

Dear Álex Hernández-Puertas,
Thank you for your request. We will contact you as soon as it is processed.
Best regards

Exactamente dos horas después, recibo otro email:

Dear Álex Hernández-Puertas,
We are sorry, but we cannot process your request now.
Best regards

¿Y esto qué significa? ¿Que el formato del ePub era incorrecto? ¿Que no les gusta mi libro? ¿Que les caigo mal? ¿Que el sistema se ha caído? ¿Que solo quieren editoriales y pasan de autores que quieren autoeditarse? Los agregadores también me han fallado. Me rindo. Que publique otro. No queda esperanza. La Humanidad tira sus iPads al mar. El sol se pone en el horizonte.